En España y en datos, como balance del pasado 2017 (en concreto en sus primeros seis meses), el continuo incremento de pólizas del conjunto de aseguradoras médicas se situó en casi un 4%. Mismo porcentaje que también rozó el aumento del importe de las primas de los seguros médicos contratados en nuestro país.
Por tanto, en el cómputo hasta el 30 de junio de 2017, los 11.499.325 asegurados en el sector salud español, confirman el fruto de los esfuerzos e implementaciones del gremio. Y es que, el aumento de prestaciones, la mayor calidad en asistencia sanitaria, y, entre otros, la ejecución y desarrollo de las aplicaciones multiplataforma (por ejemplo, para los smartphones) han contribuido decisivamente a esta expansión.
De todo esto se desprende otro aspecto muy a tener en cuenta: la concentración de la oferta. Según el ICEA (Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y fondos de pensiones) la cuota de mercado conjunta del 50% fue un logro conseguido en 2016 por la alianza de los cinco grupos principales de clínicas nacionales.
Volviendo a los resultados globales del primer semestre del 2017, hay que prestar atención a los más de 3.200 millones de euros pagados en concepto de prestaciones. Esto supone que la siniestralidad ha desembocado en un aumento general de las indemnizaciones a asegurados de más del 5%. Desglosado, esto ha supuesto casi un 77% tanto en reembolsos, como en materia sanitario-asistencial (sin contar las mutualidades).
Previsiones para 2018
Tras esta fotografía del panorama actual del sector, se abren proposiciones de innovación para este 2018. Las predicciones de crecimiento son similares a las que se hicieran en ejercicios anteriores, sobre todo en el tramo 2016-2017. Líderes en consultoría e intermediación de seguros y productos de riesgo como Aon estiman que para 2018 aumentará la partida de siniestralidad, que se situará unas décimas por encima de las alcanzadas en 2017.
Dentro de las últimas tendencias en el mundo sanitario cabe destacar el último congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica, en el que se expusieron las últimas novedades y desarrollos al respecto. Uno de los focos de atención más relevantes fue la medicina de precisión, es decir, tratamientos específicos en que cada paciente accede a una alternativa terapéutica ajustada a sus necesidades concretas.
La revolución de las TICs
Aunque apuntado más arriba, conviene detenerse en la apuesta revolucionaria que han supuesto las TICs (tecnologías de la información) aplicadas al mundo de la asistencia sanitaria. La tecnología debe apreciarse y aprovecharse como una eficaz herramienta resolutoria, no como un fin en sí misma; es sencillamente un complemento muy importante. Pero al fin y al cabo complemento, a cómo se viene desarrollando la asistencia sanitaria en los tiempos recientes.
El futuro medio y largoplazista, con el provecho de la tecnología aplicada a la ciencia, seguirá avanzando exponencialmente. Por lo pronto, evoluciones como la monitorización de los pacientes y el historial clínico interoperable representan el corto plazo en la gestión de la salud laboral.
Muchos profesionales sanitarios coinciden en señalar la dificultad en trasladar eficientemente la información y a la fragmentación de la atención sanitaria, como dos problemas que justifican sobradamente la aplicación de las nuevas tecnologías en aras de mejorar la eficacia de los servicios, y así aumentar y positivizar la seguridad y la calidad asistencial a los pacientes.
De 2016 a 2017 el porcentaje de compañías de seguros con posibilidad de cobro on line subió casi un uno y medio porcentual, y, para el mismo periodo la contratación telemática vía internet creció casi un 2%.
En sentido más específico este tipo de aplicaciones ya permiten la gestión de pruebas diagnósticas y el acceso a los resultados de las mismas. Además permiten guardar y consultar informes, autorizar operaciones, y actualmente ya están implementando sistemas como la videoconsulta o el servicio de seguimiento de enfermedades crónicas.
Las sugerencias de AON
Empresas como Aon recomiendan varias pautas para ir encarando exitosamente la evolución en el sector asegurador sanitario:
- Estar pendiente de las tendencias en nuevos tratamientos. Fijando el foco en las demandas concretas de servicios que están recogiéndose en las nuevas pólizas.
- Estudiar a fondo los índices de siniestralidad de cara a obtener datos contrastables para crear estrategias de actuación.
- Contemplar la posibilidad de llevar a cabo programas de compensación flexibles, con vistas a beneficios fiscales de los empleados que suscriban seguros sanitarios.
- Aumentar el compromiso y la productividad desarrollando un modelo de empresa saludable.
- Mejorar el poder de negociación y ampliar el espectro de contratación y, por lo tanto, optimizar las ratios de siniestralidad, indexando en las pólizas a los familiares directos de los empleados.
