Un estilo de vida rápido y un gran número de horas invertidas en el lugar de trabajo pueden provocar que las personas consuman una mayor cantidad de alimentos precocinados, sufran ansiedad o duerman menos horas de las recomendadas. Todos estos factores son un caldo de cultivo para la obesidad, la diabetes y el síndrome metabólico, entre otros. Por estos motivos en Aon buscamos combatir la obesidad en el trabajo a través de medidas preventivasque favorezcan al trabajador y a la compañía.
La obesidad está definida como un exceso de grasa corporal que puede deberse a distintas causas. Las personas que padecen obesidad usualmente presentan también el síndrome metabólico, que se caracteriza porque el cuerpo muestra una resistencia a la insulina, de tal modo que se produce un exceso de azúcar en la sangre afectando a los órganos diana -aquellos que reaccionan a estímulos internos y externos- lo que puede desencadenar daños renales, hepáticos, etc.
En ese sentido, las empresas deben ser capaces de proporcionar a sus empleados alternativas para llevar un estilo de vida saludable y combatir la obesidad, que afecta al 13% de la población mundial según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esto puede ser a través de la alimentación y el deporte, sin olvidar el factor psicológico, pues algunas de las consecuencias de la obesidad son la baja autoestima y la depresión. Además, puede ser motivo de discriminación laboral.
Incentivar un estilo de vida saludable
Dieta sana
El número de horas que pasamos en el lugar de trabajo pueden dejarnos menos tiempo para cuidar nuestra alimentación y acudir a la comida precocinada. Para ello existen alternativas como las máquinas de vending saludables, menús nutritivos proporcionados por la empresa o la habilitación de espacios para que los trabajadores descansen a la hora de comer.
No obstante, estos métodos pueden no ser eficaces a la hora de prevenir la obesidad en el trabajo si no se conciencia a los empleados, para ello son especialmente útiles las charlas de nutrición en la compañía.
Promover el deporte y evitar el sedentarismo
La actividad física es uno de los pilares para mantener una dieta saludable. Sin embargo, establecer algún tipo de rutina en ocasiones puede ser difícil, especialmente si se cuenta con poco tiempo.
Una solución para combatir la obesidad en el trabajo es promover el deporte a través de distintos retos que impliquen a todo el equipo humano. La compañía puede buscar líderes que organicen equipos de senderismo, escalada, running… y ofrecer descuentos en gimnasios cercanos.
De nuevo estas acciones necesitan de una motivación empresarial para que resulten efectivas en la lucha contra la obesidad en el trabajo.
Otras más sencillas pueden ser animar a los trabajadores a coger la bicicleta para acudir al trabajo o subir las escaleras en lugar del ascensor.
Las evaluaciones preventivas
Las evaluaciones biométricas son esenciales a la hora de prevenir enfermedades como la diabetes o el colesterol alto, tan asociadas a la obesidad. De este modo será más fácil que los empleados tomen conciencia de las graves consecuencias de la obesidad y puedan prevenirla antes de que sea crónica.
Atender a la salud psicosocial
Retroalimentación
En ocasiones el sobrepeso y todos los problemas que de él derivan provienen de condicionantes emocionales o psicológicos como pueden ser el estrés, la ansiedad o trastornos mentales más graves como la depresión.
Todas las personas comen emocionalmente alguna vez, esto es debido a que los alimentos ricos en grasas provocan una satisfacción instantánea. El problema es que una vez hemos acabado de digerirlos la sensación negativa vuelve y necesitamos repetir la operación, que puede acabar volviéndose adictiva.
A su vez, por cuestiones sociales, las personas con obesidad en el trabajo pueden recibir rechazo e inclusive discriminación laboral. Este malestar al igual que los desencadenados por otros motivos serán momentáneamente aliviados por la comida.
De este modo, la suma de una emoción negativa, como la causada por la discriminación laboral, junto con el hábito del cuerpo de consumir alimentos grasos, pueden retroalimentar la propia obesidad.
Evitar la discriminación laboral
Es fundamental que las personas se sientan bien para disponer de una buena salud mental capaz de darles la motivación suficiente para mejorar su salud física.
Por esto, las medidas mencionadas anteriormente para combatir la obesidad en el trabajo deben estar estrechamente vinculadas con la mejora del bienestar emocional. Se debe motivar a los trabajadores a cuidar su salud evitando que se sientan juzgados, por lo que la concienciación para acabar con la obesidad en el trabajo por parte de la empresa debe ser una herramienta a la que puedan acudir de forma voluntariay nunca impuesta.
La responsabilidad individual que adopte el empleado solo podrá dar sus frutos si es acompañada por un ambiente laboral del que reciba apoyo.
Consecuencias de la obesidad para el empleado y la empresa
La esperanza de vida sitúa la edad de jubilación cada vez más lejana, en torno a los 70 años para 2050. De este modo, la longevidad de los empleados será un hándicap que las empresas deberán enfrentar favoreciendo los análisis médicos preventivos y la adaptación de los entornos laborales a las personas de edad avanzada, que presentan un mayor número de enfermedades tales como el síndrome metabólico o la obesidad, viéndose en ocasiones las empresas obligadas a prejubilarlos.
Asimismo, el sobrepeso mata cada 20 minutos a una persona en España y a casi tres millones de personas de manera anual en el mundo. Por ello, tratar la obesidad en el trabajo puede cambiar de manera radical la salud y la vida del trabajador.
A su vez, la empresa se beneficiará de un compromiso mayor, menor rotación de personal y un ambiente laboral que fomentará la productividad y el trabajo en equipo.
Si deseas conocer más sobre cómo prevenir y combatir la obesidad en el trabajo y como en Aon garantizamos la salud de los trabajadores no dudes en contactarnos a través de nuestra web.
