Las cuestiones en torno a la salud y el bienestar en el trabajo se tienen cada vez más en cuenta dentro del mundo de los negocios. El concepto de empresa saludable se está asentando y, actualmente, forma parte de las exigencias del entorno laboral. Este término va mucho más allá de promover una vida saludable, como hacer deporte o llevar una alimentación equilibrada, sino que se refiere a una serie de pautas y protocolos de actuación para promover un estilo de vida sano y un mejor ambiente laboral.
Concretamente, por empresa saludable se entiende todo aquel entorno de trabajo donde, tanto los empleados como los jefes, contribuyen a mejorar, promover y proteger la salud y el bienestar de todas las personas, así como contribuir a la sostenibilidad del medio ambiente. Al fin y al cabo, la salud y el bienestar de los trabajadores se traduce en salud y bienestar para la empresa.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define una empresa saludable como aquella que tiene en cuenta los riesgos que se derivan del trabajo, tanto físicos como psicosociales, y al mismo tiempo proporciona a todos los empleados los recursos necesarios para fomentar la salud laboral. Por tanto, es un concepto que hace referencia a una serie de políticas y pautas de actuación encaradas a la salud y el bienestar no solo en la empresa, sino en el día a día y en la sociedad.
Para merecer tal calificativo, una empresa saludable debe esforzarse de forma sistemática y planificada por garantizar una vida saludable a todos sus trabajadores. ¿De qué manera? A través de la mejora de tareas, el ambiente y la organización del trabajo.
En el año 1996, diferentes institutos de salud formaron la Red Europea para la Promoción de la Salud en el Trabajo. Un año después, esta red definió este término como el conjunto de prácticas de trabajadores, directores y de toda la sociedad por mejorar la salud y el bienestar de las personas en el entorno laboral.
Además, desde hace cuatro años se vienen organizando los Premios Empresa Saludable, galardones que la última edición estuvieron patrocinados por AON, donde la empresa Johnson & Johnson recibió el premio Gran Empresa.
Beneficios de una empresa saludable
¿Por qué se debe promover un entorno de salud laboral? Más allá de las razones obvias por las que son necesarias incentivar hábitos saludables dentro de una compañía, los beneficios de una empresa saludable son múltiples y están muy relacionados con la productividad en el trabajo.
- Mejora de la salud y el bienestar de los trabajadores.
- Mejora del clima laboral.
- Reducción de los accidentes y las enfermedades.
- Reducción del presentismo laboral.
- Reducción del absentismo.
- Una empresa saludable tiene una imagen más positiva.
- Aumenta la ventaja competitiva con respecto a otras empresas.
- La motivación de los trabajadores en una empresa saludable es mayor.
- Ahorro de los costes vinculados a bajas médicas, sustituciones, etc.
Claves para crear un entorno de salud laboral
Según un estudio de la Confederación de Empresarios de Aragón sobre empresas saludables, una compañía debe abordar este reto desde tres perspectivas diferentes:
- Los Recursos Humanos: para evitar el absentismo y mejorar la productividad.
- La Prevención de riesgos: poner el foco en mejorar la higiene en el entorno laboral y en la prevención de enfermedades.
- La Responsabilidad Social Corporativa: medidas fuera del trabajo y hacer hincapié en la salud en general.
Así, a través de la implementación de estas tres facetas se podrá logar un ambiente donde se favorece la salud laboral y donde se fomenta un estilo de vida sano y beneficioso para el conjunto de la empresa.
Para ello es preciso que se ejecuten una serie de sistemas de medición, seguimiento y, finalmente, de evaluación de las medidas que se tomen y que, además, estos se hagan de manera periódica y regular.
¿De qué manera? Para empezar, todas las acciones y organización deben proceder de la dirección, seguido de los mandos intermedios. También resulta recomendable crear canales específicos, así como plasmar las acciones y todas las decisiones que se tomen. Además, el plan de actuación se debe poner en conocimiento a toda la plantilla, así como atender las posibles dudas que puedan surgir. De hecho, solo habrá éxito si la implicación de todos los trabajadores es completa. También tiene que haber una previsión a medio/largo plazo, de nada sirven los planes a corto plazo: los cambios estructurales no se producen de inmediato.
Algunos datos
Si bien es un concepto más o menos nuevo ya hay muchas empresas que lo han hecho suyo y están poniéndolo en práctica. De hecho, de las 55 empresas españolas que cuentan con la certificación Top Employers, el 95% ya cuenta con Indicadores Clave de Desempeño sobre el bienestar de sus trabajadores.
Estas empresas saludables implementan, por ejemplo, la práctica de deporte y programas de nutrición. El 44% de estas compañías tienen instalaciones deportivas o destinan presupuesto para que sus empleados puedan hacer deporte.
Por otra parte, empresas como Electrolux organiza los “viernes con fruta”; otras empresas tienen en sus departamentos médicos una parte destinada al asesoramiento nutricional.
Sin embargo, una empresa saludable no se puede centrar únicamente en la parte física, sino que también debe ocuparse de los aspectos psicosociales, relacionados con enfermedades ocasionadas por el exceso de trabajo: estrés, ansiedad o depresión. Un problema grave puesto que, según datos de la Unión Europea, más de la mitad de los casos de días perdidos de trabajo se deben a aspectos relacionados con el estrés.
Descargue el 2018 EMEA Health Survey
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Para combatir esto, algunas empresas han optado por habilitar salas de relajación o diseñar programas específicos de control y tratamiento del estrés. Además, tal y como está demostrado, deporte y nutrición influyen en enfermedades como la depresión, así como en el estrés y la ansiedad. Por esto, muchas compañías están optando por crear un programa integral, que incluya los aspectos físicos (nutrición y deporte) con los aspectos psicosociales.
En definitiva, una empresa saludable es sinónimo de productividad y de éxito. Invertir en programas que refuercen la salud y el bienestar de todos los trabajadores que conforman la compañía se traduce en éxito empresarial.
Aquellas empresas que pongan el foco en el cuidado de la salud de sus empleados e inviertan en programas de prevención de enfermedades, estarán mejor preparadas para afrontar los retos futuros en torno al envejecimiento de las plantillas, y las consecuencias que implicará una edad cada vez más tardía de jubilación.
Las empresas deben prepararse para gestionar una población trabajadora de mayor edad, con el objetivo de que los empleados lleguen a la edad de jubilación siendo trabajadores sanos y productivos. Se hace necesario para las organizaciones invertir tanto en planes de prevención de enfermedades como en la puesta en marcha de programas con este objetivo. Este proceso pasa por elaborar un análisis previo e individualizado de las necesidades de cada organización y de los hábitos de sus empleados, con una metodología específica, que ayude a las empresas a identificar necesidades y a poner en marcha planes de acción que les permitan asegurar un envejecimiento saludable en el trabajo.