Recientemente se han conocido los datos de la Encuesta Continua de los Hogares (ECH) publicada por el INE. En ella se refleja cada año la información sobre las características demográficas de la población en cuanto a las viviendas que habitan y cómo van cambiando los hogares y las personas que viven en ellos.
Uno de los cambios significativos este año tras la pandemia es que ha bajado el número de hogares en alquiler (157.000 menos); dando paso a una subida en casas en propiedad pendientes de pago (170.000 nuevas). Habrá que esperar los datos del censo de 2021 para verificar esta percepción extraída de la muestra.
En cualquier caso; este dato rompe la tendencia de la última década, en la que los hogares en alquiler han ido creciendo de forma lenta pero constante año tras año.
Eso no cambia que España siga siendo un país de propietarios: 14,5 millones de hogares son de propietarios, frente a 3,2 millones en alquiler. Dentro de este panorama, nuestro país cuenta con más de 1,2 millones de comunidades de propietarios sujetas a la Ley de Propiedad Horizontal. Somos, por cierto, el país de Europa cuya población vive en mayor porcentaje en comunidades de vecinos.
Actualmente, las comunidades se enfrentan a nuevos retos de convivencia. La Ley de Propiedad Horizontal ha ido evolucionando para dar cabida a nuevas necesidades sociales como son la adecuación de los edificios a personas con movilidad reducida o las regulaciones de las viviendas de uso turístico.
Y lo que queda. La sociedad va cambiando a un ritmo imparable y necesita que las leyes cambien al mismo ritmo.
El reto de los seguros para comunidades de propietarios
Es habitual que surjan (y triunfen) series de ficción en las que las comunidades de vecinos son el alma de la trama. Los conflictos que surgen derivados de la convivencia son comunes y, más allá de la comedia que se puede extraer de ellos; en la vida real pueden generar problemas serios.
Una derrama derivada de un incendio, un daño a un tercero o una rotura de las tuberías comunitarias en un mal momento; por ejemplo, pueden ser una seria dificultad para una comunidad.
La elección de un seguro de comunidades puede resultar todo un reto para los propietarios. Es una decisión compleja, con muchos factores a tener en cuenta y distintos intereses. El nivel de conocimiento de las pólizas y sus coberturas por parte de los vecinos es, en líneas generales, muy bajo. Muchas veces la dificultad se agrava por el lenguaje técnico propio del sector asegurador.
Por ello, las comunidades necesitan y reclaman profesionales que resuelvan los problemas, que ayuden a elegir la solución más adecuada y que estén cerca en el momento de los siniestros.
En este proceso de análisis, además de con especialistas en este tipo de pólizas, los administradores de fincas suelen jugar un papel destacado asesorando a los vecinos en este tipo de gestiones.
Al final, la decisión se toma en la Junta de Propietarios y el acuerdo para contratar un seguro de comunidad requiere la mayoría simple. El presidente de la comunidad es la figura que legalmente puede suscribir la póliza.
Cómo asegurar una comunidad de vecinos
Cada comunidad de propietarios tiene sus propias circunstancias y elegir el seguro de comunidades no es una decisión fácil. No solo se deben tener en cuenta parámetros como la antigüedad del edificio, la superficie, el tipo de construcción, los sistemas de calefacción, los servicios comunitarios, los anejos, etc. Es necesario llevar a cabo un estudio a medida y en profundidad de los posibles riesgos a los que se enfrenta.
En esta línea, otro punto muy relevante es calcular adecuadamente los valores asegurados de continente y, en su caso, contenido. Resulta fundamental asegurar sin infraseguro o sobreseguro, lo que requiere de un minucioso ajuste de la suma asegurada para que corresponda con el valor real a efectos de seguro.
Exclusiones del seguro de comunidades de vecinos
También es importante dedicar tiempo a estudiar las coberturas que se necesitan para evitar situaciones en las que el seguro de comunidades no se hace cargo. Las pólizas existentes en el mercado cuentan con estructuras de garantías similares pero luego existen detalles que determinan la respuesta de la compañía aseguradora en caso de un siniestro. Los límites y sublímites de indemnización, la redacción de las coberturas o el alcance de los servicios asistenciales marcan diferencias entre la oferta existente.
Conocer las exclusiones o limitaciones de las pólizas evita sorpresas en el momento de los siniestros. Un administrador de fincas, con la ayuda de un especialista como Aon, puede explicar a la junta de propietarios qué cubre el seguro de comunidades o qué excluye.
El hecho de no contar con una póliza puede acarrear problemas económicos para los propietarios y posiblemente problemas de convivencia que no tienen nada que envidiar a los de las series de televisión antes mencionadas. Afortunadamente, el nivel de aseguramiento de las comunidades en nuestro país es muy alto, superando el 80%.
En definitiva, como hemos señalado, resulta muy relevante contar con ayuda para saber cómo elegir un seguro para comunidades de vecinos.
Los siniestros en las comunidades de vecinos durante 2019 y 2020
Los seguros deben estar presentes cuando las cosas van mal, devolviendo la normalidad tras un siniestro lo antes posible y consiguiendo que el impacto económico sea mínimo.
El seguro de comunidades evita muchas derramas, es un hecho. Según un estudio elaborado por Estamos Seguros con los datos de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, cada hora se solucionan en España 1.003 percances en viviendas y comunidades.
Más datos: en 2019 los seguros de comunidades cubrieron 936.000 siniestros, que supusieron un impacto de 375 millones de euros, según cifras de UNESPA. Como recoge el informe de Estamos Seguros; los siniestros de comunidades más habituales fueron los daños por agua (854.793 siniestros), los daños derivados de fenómenos atmosféricos (200.276), las reclamaciones derivadas de la responsabilidad civil (79.574) o la rotura de cristales (76.035) o los daños eléctricos (33.914).
Los seguros de comunidades no son obligatorios (a excepción de unas pocas comunidades autónomas), pero son tan recomendables que desde Aon creemos necesario seguir poniendo esfuerzo en la divulgación del servicio para facilitar la vida de más propietarios y, por supuesto, de los administradores de fincas, pieza clave en la vida de una comunidad de vecinos.
Servicio de seguros de comunidad para Administradores de fincas
Desde hace años Aon ofrece un servicio de seguros para comunidades de propietarios. Su prioridad es ofrecer asesoramiento especializado, tanto a las comunidades como a los administradores de fincas; para que los riesgos se aseguren adecuadamente y las coberturas estén adaptadas y queden claras. Uno de los objetivos fundamentales en Aon es ayudar a las comunidades de propietarios en sus decisiones con la máxima transparencia e información.
Además, Aon ofrece este servicio de seguros de comunidades para los administradores de fincas. Los administradores son elementos clave en la gestión de una comunidad y Aon; a través de este servicio, les ayuda en una de sus misiones más importantes: garantizar la seguridad y tranquilidad de los vecinos. Aon ha desarrollado una plataforma de atención que permite gestionar las pólizas de manera ágil y sencilla. Además; facilita las herramientas necesarias para resolver los siniestros de la forma más eficiente y; que los administradores de fincas tengan toda la información a disposición de sus comunidades.
