¿Cuál es la responsabilidad de las empresas en la preparación de la jubilación de sus empleados?

La inestabilidad del sistema público de pensiones, la evolución poblacional española hacia una sociedad cada vez más envejecida, los cambios sociales, la posibilidad de un acceso a la jubilación no obligatorio, la importancia de cuidar a los empleados y ayudarles en los aspectos que más les preocupan o más pueden impactarles… nos ha llevado a que, en los últimos años, son cada vez más las compañías para las que va teniendo mayor relevancia la preparación para la jubilación, y en consecuencia, asumen un papel más relevante en dicha planificación.

No me preocupo únicamente durante el periodo de actividad de mis empleados, sino que comienzo a co-responsabilizarme de la preparación para el periodo de jubilación.

Ante la pregunta sobre si consideran que tienen algún tipo de responsabilidad sobre la preparación de la jubilación de sus empleados, es poco frecuente encontrar compañías que estén en un nivel 0 de responsabilidad, es decir, que no consideran que tengan que realizar ningún tipo de acción empresarial al respecto.

Estas empresas entienden que su responsabilidad frente a su plantilla de trabajo se circunscribe a la duración de su relación laboral con cada trabajador, siendo responsabilidad de este último preocuparse por su jubilación y la forma en la que planificará la misma.

Obviando el grado 0, vamos a hablar de 4 niveles diferentes de responsabilidad de las compañías en materia de jubilación, los cuales serán detallados a lo largo de este post.

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Nivel 1 → Concienciación y sensibilización de los empleados.

Este nivel representa el nivel mínimo de responsabilidad que, bajo nuestro punto de vista, debería considerar una empresa. Se entiende que, al fin y al cabo, las empresas deberíamos al menos informar al trabajador de la situación que se encontrará en el momento de acceder a la jubilación. Incluso para muchas compañías, comienza a tener especial relevancia dentro de sus objetivos de responsabilidad social corporativa (RSC).

Consideramos especialmente importante este nivel, debido a que los empleados no reciben información del Estado en esta materia y hoy en día, sigue siendo un aspecto relativamente desconocido durante nuestro periodo de actividad, pese a que el Estado afirmó en su día que iba a realizar una serie de comunicaciones para informar a los trabajadores de su situación una vez estuvieran jubilados, lo cierto es que estas comunicaciones nunca llegaron a hacerse efectivas.

Es por ello que, si bien los trabajadores cercanos a la jubilación suelen conocer las características del escenario que se van a encontrar llegado el momento de jubilarse, o al menos comienzan a tener inquietud por tener información a este respecto, este interés no nace por igual en los trabajadores de edad más joven en las compañías.

Desde Aon, colaboramos con nuestros clientes en dar a conocer la realidad que se encontrarán dentro de unos años, a través de charlas y sesiones de concienciación y sensibilización. Consideramos que un verdadero plan para la jubilación, no se deber centrar únicamente en el ámbito financiero, sino que debe soportarse sobre cuatro pilares para alcanzar un bienestar 360: bienestar físico, el bienestar social, el bienestar intelectual y, por supuesto, el bienestar financiero de cada trabajador.

En este sentido, se trata de sesiones dirigidas a la totalidad de plantilla de empleados, en las que cada uno de los pilares adoptan una mayor relevancia dependiendo de las circunstancias individuales de cada persona.

Así por ejemplo, para aquellos trabajadores que están más cercanos a la edad de jubilación, con menor margen de maniobra desde un punto de vista financiero, pero a su vez, con una perspectiva de Seguridad Social más generosa, puede tener más importancia la planificación física, social e intelectual (por supuesto sin olvidarnos de consolidar nuestros ahorros o llevar a cabo un esfuerzo adicional si es posible), mientras en el caso de trabajadores más jóvenes la empresa se hace necesario trabajar en crear un hábito de ahorro sistemático.

Nivel 2 → Herramientas para la planificación de la jubilación.

Una vez que hemos trasladado a los empleados la realidad a la que se van a enfrentar en el momento de la jubilación, es el momento de facilitar la herramientas y tecnología para la toma de decisiones que permitan planificar adecuadamente sus objetivos. Ya sé cuánto voy a percibir, pero… ¿cuánto es necesario que ahorre para alcanzar mi objetivo de prestación?

Este nivel se caracteriza por utilizar una serie de herramientas para planificar de manera objetiva nuestra futura etapa de jubilación.

Para trabajar sobre este nivel de responsabilidad empresarial, en Aon diseñamos simuladores a medida que dan respuesta a cuestiones tan importantes como la edad de jubilación o la pensión pública que vamos a obtener por parte del Estado.

Una vez hemos obtenido esta información, tenemos la opción de definir el objetivo de renta adicional que queremos percibir para mantener nuestro nivel de renta objetivo en base a nuestro estilo de vida, de forma que este determinará el porcentaje de ahorro que deberemos realizar para alcanzar la cantidad deseada llegado el momento de jubilarnos. Diseñamos simuladores a medida que no sólo nos facilitan la prestación de seguridad social a la jubilación, sino también, la renta adicional de sistemas adicionales tanto de empresa como individuales.

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Nivel 3 → Implementar sistemas de ahorro de empresa a través de los cuales el empleado pueda ahorrar.

Además de informar y facilitar herramientas para la planificación, cada vez son más las empresas que quieren ir un paso más allá y hacer algo que garantice el bienestar futuro de sus trabajadores.

En este punto del proceso, las empresas quieren dar facilidades al trabajador para que ahorre para su jubilación, pero a su vez no pueden asumir el coste que tendría para la compañía este ahorro en cuestión.

Esta situación es el principal motivo de nacimiento del nivel 3 de responsabilidad empresarial, un nivel que se caracteriza por desarrollar un sistema para que los empleados puedan ahorrar a través de la compañía y que a su vez sea fiscalmente eficiente para el trabajador de la empresa, ¡hoy!

Si bien es cierto que el empleado cuenta con la posibilidad de abrirse un plan de pensiones individual en su entidad financiera, ofrecer el sistema desde nuestra empresa proporciona seguridad a los empleados al tratarse de un vehículo gestionado por la compañía y que incurre en menores gastos de gestión.

En primer lugar, no es necesario acudir a nuestra entidad financiera para las labores administrativas asociadas, una cuestión cada vez más en desuso y que para el empleado resulta más práctico facilitar, consultando todo lo relativo a su sistema de jubilación en el núcleo empresarial donde trabaja.

En segundo lugar, al ofrecer este sistema desde la propia compañía, facilitamos la elección del sistema de jubilación más adecuado en base a un estudio previo por parte de nuestra empresa.  Adicionalmente, los sistemas de jubilación con aportaciones del empleado a través del plan de retribución flexible de la compañía, permiten llevar a cabo aportaciones superiores a los 8.000 EUR que establecen como límite los Planes de Pensiones.

En este nivel de responsabilidad, Aon no solo asesora a la empresa sobre la implantación de los sistemas a través de su retribución flexible, sino que asesoramos en definir la alternativa de inversión óptima, que permita conseguir los objetivos fijados con anterioridad.

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Nivel 4 → Aportaciones por parte de la empresa.

Dentro de este nivel de responsabilidad empresarial, la compañía no solo se preocupa de informar al empleado o desarrollar un plan para su jubilación, sino que además realiza aportaciones a su favor.

Es fundamental entender la importancia de personalizar el sistema de jubilación en base a las necesidades de cada empresa, de forma que nunca existen 2 sistemas de jubilación iguales, sino que cada plan, deberá diseñarse para cumplir el objetivo concreto de nuestra organización y estar alineado con la estrategia de la compañía.

Otro aspecto que resulta fundamental dentro del nivel 4 es la comunicación por parte de nuestra empresa en relación sistema de jubilación en cuestión. No sólo es importante comunicarlo adecuadamente, sino que la comunicación se adapte al interlocutor y sea efectiva.

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En el pasado, las compañías trabajaban principalmente el nivel 4, y en muchos casos, los sistemas se diseñaban teniendo en cuenta factores como por ejemplo la práctica de mercado, en lugar de basarse en la estrategia definida para la consecución de los objetivos. En la actualidad, trabajamos en los diferentes niveles que permitan tener en las compañías no un plan de jubilación, sino un plan para la jubilación.

Con independencia de las características de un núcleo empresarial o su plan para la jubilación, hay una realidad que se impone de manera imperativa en el tejido empresarial de nuestro país: Al trabajador le preocupa su jubilación… trabajemos en poner los medios necesarios para que pase a preocuparle algo menos y ocuparle algo más.

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