Este año las empresas y los gobiernos de todo el mundo se reunieron en Glasgow (Escocia) en la conferencia de las Naciones Unidas COP26; para debatir cómo tomar mejores decisiones en torno al cambio climático.
A medida que los eventos meteorológicos extremos se vuelven más frecuentes y más graves, el cambio climático se ha convertido en un problema que prácticamente todas las organizaciones deben tener en cuenta. De los 268.000 millones de dólares en pérdidas económicas causadas por catástrofes naturales en 2020, 258 millones fueron consecuencia de catástrofes exclusivamente meteorológicas, una cifra un 26% superior a la media del siglo XXI, según el informe anual de Aon que recoge datos de 2020: Weather, Climate & Catastrophe Insight.
Sin embargo, aunque la gran mayoría de los científicos y las empresas están de acuerdo en la importancia de abordar el cambio climático; a menudo hay una brecha crucial entre el análisis orientado al futuro que realiza el ámbito académico y la manera en que los bancos, las aseguradoras y otras empresas evalúan las exposiciones relacionadas con el clima.
Incorporar efectos del cambio climático
La forma en que se modelizan y evalúan los riesgos meteorológicos extremos en la actualidad está algo fragmentada. El trabajo de los científicos climáticos más destacados y los datos más recientes sobre el cambio climático deben combinarse en los modelos de riesgo meteorológico.
Con evaluaciones como el reciente informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que sugiere que el cambio climático es generalizado, rápido y se está intensificando, es fundamental que las empresas dejen de modelizar la exposición a los riesgos meteorológicos basándose en datos históricos, y pasen a incorporar los posibles impactos futuros del cambio climático. Ahí es donde la investigación que se realiza en los círculos académicos puede desempeñar un valioso papel.
«El objetivo es acercar el ámbito académico a las herramientas utilizadas en diversos sectores, incluso integrarlo en dichas herramientas»; declara Liz Henderson, Senior Managing Director de Aon. «Esto creará un lenguaje común en torno a la cuantificación de los riesgos relacionados con el clima; lo que a su vez creará un mercado para este riesgo.»
Crece la presión en las compañías
Las empresas están sometidas a una presión cada vez mayor para que revelen el impacto potencial del cambio climático en sus organizaciones.
«Uno de los mayores desafíos que enfrentan las organizaciones en este momento en relación con los cambios de los requisitos es la divulgación de información»; explica Henderson. «La capacidad de cuantificar el riesgo climático en la herramienta es fundamental, al igual que los datos utilizados.»
Para proporcionar esa información con precisión; las empresas necesitan herramientas de análisis que tengan en cuenta los posibles impactos futuros del cambio climático en los eventos meteorológicos.
Desarrollo de nuevas herramientas
El panorama actual de las herramientas de modelización de catástrofes y de los datos utilizados para evaluar riesgos meteorológicos extremos está algo fragmentado. Lo que se necesita es un nuevo conjunto de herramientas que incorpore en los modelos de riesgo meteorológico el trabajo de los científicos climáticos más destacados y los datos más recientes sobre el cambio climático.
Simplemente cambiar los supuestos de frecuencia o gravedad no es suficiente. Henderson señala que es necesario crear modelos que se construyan realmente en torno a la comprensión de cómo el cambio climático podría afectar a todas las características de los eventos meteorológicos graves.
«Es necesario desglosar los fenómenos en los distintos factores que los componen y comprender cómo el cambio climático influye en las características de un evento»; afirma. «Cómo los eventos se comportan de forma diferente, dónde tocan tierra, su velocidad y rapidez cuando tocan tierra, cuánto tiempo mantienen su fuerza después de tocar tierra. Cosas que no se pueden entender realmente sin haber comenzado el análisis desde el principio. Hay que tener en cuenta los impactos de los distintos factores que el cambio climático tiene en un evento o fenómeno.»
Cambio de perspectiva
«Lo que intentamos hacer es cambiar la perspectiva, la gente solo está obsesionada con la frecuencia», explica Steve Bowen, Managing Director y Head of Catastrophe Insight de Aon. «Creen que la frecuencia debería ser el único enfoque; pero quizás un factor aún mayor que se observa en el cambio climático es cómo los eventos están cambiando de comportamiento de forma individual. Los datos hasta este momento no muestran necesariamente que estemos viendo un aumento dramático en el número de eventos; pero los eventos que están ocurriendo son más intensos. Están actuando de forma más inusual. No son escenarios que necesariamente hayamos visto antes, o que hayamos considerado previamente en la modelización.»
Bowen indica que este análisis de cómo el cambio climático está alterando las características de los eventos meteorológicos puede usarse después para comprender mejor la exposición de las poblaciones vulnerables y las zonas de alto riesgo.
Colaboración con el ámbito académico
Aon se ha asociado con la Universidad de Columbia para incorporar la investigación académica de vanguardia sobre el clima en los modelos de riesgo meteorológico.
El objetivo de la colaboración es crear una solución al cambio climático; pensada para los modelos de catástrofes de ciclones tropicales de Impact Forecasting, los desarrolladores de modelos de catástrofes de Aon. La modelización mejorada permitirá a las aseguradoras cuantificar el riesgo climático en sus carteras y realizar ajustes que ayudarán a tomar mejores decisiones sobre la fijación de precios, las inversiones y la gestión de la exposición tanto en la actualidad como a largo plazo.
Fases de la colaboración
La colaboración comprende tres fases:
- En la primera fase, Columbia aplicó su ajuste de frecuencia, impulsado por la investigación y basado en los datos del CMIP5 (que eran los datos subyacentes del Quinto Informe de Evaluación del IPCC), al conjunto de datos de eventos de huracanes estadounidenses de Impact Forecasting, para destacar las diferencias y proporcionar una visión actual de la frecuencia e intensidad de los ciclones tropicales.
- La fase 2 ha comenzado a ampliar la colaboración, con el equipo de Impact Forecasting de Aon trabajando con Columbia para desarrollar un conjunto de escenarios de eventos condicionados por el clima y analizar diferentes comportamientos de parámetros de tormentas basados en varias trayectorias de emisiones en varios horizontes temporales. Estos datos provienen del modelo Columbia Hazard (CHAZ) e implementan los nuevos datos del CMIP6 que se utilizaron en el recientemente publicado Sexto Informe de Evaluación del IPCC.
- La fase 3 incorporará estas mismas metodologías en otras cuencas oceánicas mundiales, como el Pacífico Noroeste, el Pacífico Sur y el Índico. Estos nuevos conjuntos de eventos calibrados por el cambio climático se implementarán en los nuevos modelos de ciclones tropicales de Impact Forecasting para Japón (parte del actual modelo de tifones de Asia) y Australia, para proporcionar una visión actualizada del riesgo.
Ampliar el acuerdo de colaboración con Columbia
«Queremos ampliar y repetir esta colaboración con Columbia para otros riesgos y en otras regiones», declara Henderson. «Porque, fundamentalmente, lo que queremos aportar a nuestros clientes es lo mejor de la ciencia y la investigación, y lo que los expertos que estudian este fenómeno están observando y comprendiendo ahora mismo.»
«Intentamos adoptar una visión muy matizada y honesta; trabajando con académicos que puedan guiarnos y mostrarnos los últimos avances científicos y hacia dónde se dirigen los estudios. Aquí es donde podemos empezar a identificar dónde puede haber cierta consistencia emergente sobre cómo pueden ser los escenarios futuros», afirma Bowen. «Eso nos facilita mirar a los ojos a nuestros clientes y decirles: ‘Sí, esto es lo que nos parece más realista porque es lo que muestra el consenso.’ «
Tomar mejores decisiones sobre el riesgo meteorológico
Los conocimientos adicionales sobre los riesgos meteorológicos graves que se obtienen al asociarse con los principales investigadores académicos permitirán tomar mejores decisiones.
«Creo que uno de los retos que se plantean cuando se estudia un nuevo desarrollo o reconstrucción tras un evento es que las personas que toman esas decisiones no tienen en cuenta herramientas como ésta», explica Henderson. «Al hacer que los datos sean más accesibles y utilizables; podemos ayudar a los responsables de la toma de decisiones a comprender realmente el riesgo futuro mientras elaboran planes.»
«Los modelos de catástrofes no se han utilizado históricamente para este tipo de modelización», indica Bowen. «Así que esto es una especie de terreno nuevo. La colaboración con Columbia es emocionante porque estamos recibiendo conjuntos de eventos condicionados por el clima directamente de los principales investigadores del ámbito académico; y luego podemos simular esos efectos de cambio climático a través de los modelos de ciclones tropicales de Impact Forecasting.»
El riesgo de Cambio Climático está considerado en el Nº23 dentro de los riesgos que más preocupan a las empresas. Accede a nuestra Encuesta Global de Gestión de Riesgos 2021 > Encuesta Global de Gestión de Riesgos 2021 de Aon