Situación global de morosidad → ¿Qué papel juega nuestro país en este escenario económico?

La morosidad en la banca

Las insolvencias mundialmente previstas para el año 2019 se sitúan en un +6% si lo comparamos con los datos ofrecidos en 2018. 

Al focalizarnos en la situación concreta de nuestro país, el menor porcentaje que marca la comparativa con la situación mundial ha generado la confianza en una falsa situación de no afección sobre nuestra actividad económica.

No obstante, esta creencia del todo errónea no hace más que camuflar una realidad que imperará de manera superlativa en el horizonte de nuestro país y su economía en los años venideros:  el invierno ya está aquí.

situación global de morosidad de la banca

Y si bien la menor influencia de esta cuestión a nivel macroeconómico sobre nuestro país permite sortear en cierta manera la situación de su economía, no debemos practicar el autoengaño frente a una realidad palpable de manera objetiva, cuya tendencia se prevé negativa en el medio y largo plazo.

Para entender cómo está afectando esta cuestión a nuestro país, es necesario analizar las partes componentes de la misma, marcando sus puntos de conexión y aspectos diferenciales en comparación a otras economías europeas, permitiéndonos entender la postura que podría adoptar España dentro de este escenario internacional.

Situación global de la morosidad → Datos globales explicativos de la misma.

El consenso de crecimiento mundial para el año 2019 estaba situado en el +2,9%, un dato que ya muestra una tendencia negativa si lo comparamos con 2018, cuyo crecimiento se cifró en un 3,1%.

La influencia de esta situación mundial se aprecia también la Eurozona, cuyo decrecimiento se cifra en 0,6%. Establecer una comparación con el periodo anterior resulta clave para profundizar en la realidad europea.

Del año 2018 al 2019 la tasa de crecimiento pasaba del 1,8% al 1,2%. Resulta paradójico observar como la objetividad de estos datos se contrapone con el lujo auto concedido por parte de la economía española para obviar la realidad de morosidad que vivimos a día de hoy en las principales potencias económicas.

Unión Euopea

Esta cuestión, cuanto menos chocante, resulta compresible si examinamos el pasado de nuestra economía. Diversas empresas solo observan las condiciones del microclima donde ejercen sus actividades económicas, olvidando con frecuencia la influencia que pueden tener en la temperatura del mismo las corrientes atmosféricas de origen mundial y europeo.

Es cierto que, en comparación, muchas entidades tienen un comportamiento más positivo frente a la situación actual. No obstante, no debemos mirar para otro lado al analizar la influencia que esta cuestión puede llegar a tener sobre nuestra economía.

Al echar un vistazo sobre las economías de otros países, sus previsiones de crecimiento varían a peor. Y por mucho que lo neguemos, España no es una excepción que no forme parte de esta corriente mundial. Es por ello que resultaba imprescindible analizar la situación global para entrar a profundizar continuación en la influencia que esta tendrá sobre nuestro país.

El PIB de la eurozona creció un 1,8% en 2018

Situación global de morosidad → ¿Qué papel juega nuestro país en este escenario económico?

Solo con acudir a datos económicos ya es posible observar la influencia de la economía mundial sobre nuestro país. El crecimiento económico de España en 2017 fue del 3%, mientras que en 2018 marcó una bajada del 0,5% respecto al año anterior.

Mirando en el horizonte de nuestra economía, el consenso económico cifra en un 2% el crecimiento de nuestra economía para el año 2019 y en un 1,8% para el 2020. Y a pesar de que ya la tendencia se muestra negativa, es importante ser conscientes de que solo estamos hablando de previsiones y que estas podrían llegar a empeorar al finalizar el año.

La influencia de la corriente macroeconómica sobre cualquier país siempre está supeditada a las condiciones, características y bagaje económico del mismo. 2 son las variables que influyen de manera clara en la situación de nuestro país.

DEMANDA INTERNA

No sería realista negar el potencial de demanda interna que posee nuestro país, pero debemos saber que este es insuficiente para compensar la caída en las exportaciones cuyo origen se encuentra en el menor crecimiento de otros países colindantes de la eurozona.

La demanda interna decrecerá a lo largo del 2019, algo que encuentra su justificación en el aumento del gasto público que se produjo durante el 2018. Por otro lado, 2019 es año electoral, por lo que es del todo previsible que esto retrase las posibilidades de inversión pública llevada a cabo por parte de nuestro gobierno.

Y a pesar de que el periodo de férrea crisis económica se ha difuminado de manera progresiva en los últimos años, tampoco tiene sentido apostar por el consumo interno como palanca de apoyo en el aumento de demanda interna por parte de nuestro país.

En un momento en el que los índices de ahorro están bajo mínimos y la situación de desempleo avanza de manera progresiva hacia su estabilización, resulta ilógico creer que el consumo de la población actuará  como contrapeso frente a las actuaciones no llevadas a cabo por la Administración Pública.

La economía española se desacelera

DEMANDA EXTERNA

El escenario global plasmado con anterioridad nos hace ver que tampoco podemos valorar las exportaciones a países terceros como un medio resolutivo de la situación. Al existir un decrecimiento global, el crecimiento de las exportaciones en España fue del 5,2% en 2017, mientras que el 2018 cerró el año con un 2,2%.

De la misma forma que la demanda interna de nuestro país decae a la hora de solicitar productos de otras economías, esto se aplica a la inversa en el resto de países, lo que no permite confiar en las exportaciones de nuestro país como elemento que permita saltar este periodo de lluvias meteorológicas.

Alemania podría constituir un práctico ejemplo que nos permita entender el alcance de esta cuestión. Su cifra de crecimiento se sitúa entre el 1% y el 0,7%, datos que podrían ir a peor en caso mantenerse esta tendencia económica.

Francia y Reino Unido han pasado del 1,4% al 1,2%. Y aunque evitamos verbalizar las predicciones futuras por miedo a caer en la terribilización de nuestra situación económica, negar esta cuestión no constituirá en ningún caso una forma de superación de la misma.

A la situación de nuestros países vecinos europeos se le suma una política arancelaria por parte de los Estados Unidos que no hace sino más que agravar esta cuestión, al tiempo que países como China, a pesar de lo que pudiera parecer en base a las noticias económicas publicadas en prensa internacional, aminora también su crecimiento de manera clara.

El crecimiento chino fue el menor en casi tres años

Situación global de morosidad → Datos económicos de nuestro país

A pesar de que estas cifras pueden seguir sonando genéricas desde un punto de vista económico, si realizamos un análisis diferenciado por sectores específicos la perspectiva no varía en absoluto. El sector industrial de nuestro país no tiene tanta presencia como en otros países, al contrario que el sector servicios, que destaca de manera positiva de forma histórica en la economía española.

No obstante, el sector servicios y turístico, si bien no tienen por qué empeorar, desde luego tampoco presentan una tendencia de crecimiento o mejoría.La importante reforma realizada en la Ley Consursal hace unos años (una de las más importantes que se recuerdan en la historia de nuestro ordenamiento jurídico), no aminoró la situación de morosidad de nuestro país, que sigue siendo significativa a día de hoy.

La nueva Ley Concursal truplicará su número de artículos

Al compararnos con otros países como Alemania obtenemos una diferencia inferior comparativa. En Alemania hablamos de unas 25000 insolvencias, mientras que en España se aprecian menos de 6000 al año.

No obstante, no se trata de un problema cuantitativo sino cualitativo, pues la mora que se aprecia en España es una mora de hecho, no de derecho, lo que dificulta su recuperación con carácter general.

Además, si echamos la vista atrás en la historia de nuestra economía, es necesario ser conscientes de que en caso de llegase a suceder una nueva crisis financiera, nuestro país contaría con menos armas para enfrentarse a la misma con las máximas garantías.

Otro aspecto significativo de la morosidad de nuestro país es la condición de afección multisectorial que se aprecia a la hora de analizar por separado los diversos sectores que componen nuestra economía. Los años en los que esta sólo afectaba al sector de la construcción resultan ya demasiado lejanos.

La burbuja inmobiliaria en España

Nuevos sectores que en principio no eran tan problemáticos aparecen en escena y representan un papel protagonista en la obra teatral de morosidad a la que acudimos como espectadores en nuestro país.  Además del sector de la construcción, el sector del retail empeora progresivamente, algo que se aprecia en la caída de diferentes cadenas de supermercados.

La aparición de nuevos canales de distribución (El canal online principalmente) suponen la no necesidad de una presencia local para llevar a cabo este tipo de actividades comerciales de manera exitosa. Por otro lado, el tamaño de las sociedades de nuestro tejido empresarial puede resultar un aspecto clave que explique esta cuestión en profundidad.

Cuando una sociedad tiene un menor tamaño, esto conlleva de manera necesaria la existencia de una estructura financiera más débil que no es el escudo idóneo para luchar contra la situación. Y esto es algo fundamental en un país donde el 95% de las sociedades son PYMES.

A esto debemos añadir la subida de precios en materias primas y energía necesarias para el desarrollo de la actividad de cualquier núcleo empresarial. Para entender mejor esta  cuestión, procederemos a analizar en profundidad la situación de estos nuevos protagonistas (Además del sector retail)  que han aparecido en escena en los últimos años:

SECTOR TRANSPORTES

El precio del petróleo afecta de manera negativa al desarrollo de su actividad comercial, lo que se suma a los niveles de deuda existentes, mucho más elevados de lo que se puede permitir este sector a efectos prácticos.

Además, la escasez de mano de obra va unida a la caída en las exportaciones anteriormente mencionada, ya que un menor número de exportaciones aumenta de manera lógica la inmovilidad del sector.

SERVICIOS

El ejemplo más representativo de la afección de esta cuestión sobre nuestra economía se aprecia en el sector de las líneas aéreas, que presentan números más ajustados que nunca, al tiempo que su morosidad combina a la perfección con su escasa solvencia.

Si comparamos de nuevo la situación de nuestro país con otros países colindantes, al menos podemos señalar la estabilidad de la situación de muchos de estos países.

La pretérita volatilidad de esta cuestión en diferentes estados se difumina de manera progresiva, lo cual no es sinónimo de crecimiento, sino de estabilidad, por lo que aquellos países cuya situación sea mala lo seguirá siendo y aquellos cuya situación sea más favorable es previsible que mantengan esta condición en los próximos años.

Situación económica

¿A dónde vamos en la actualidad?

¿Contamos con el paraguas adecuado para protegernos de estas lluvias económicas? La respuesta a esta cuestión depende del prisma desde el que sea contestada.

Al tiempo que las aseguradoras de crédito nos dicen que la situación está empeorando, los CFO de las principales corporaciones aportan el punto su punto de contrapartida la situación, considerando que estamos caminando por una senda de mejora.

Sin lugar a dudas, esto supone un escenario algo confuso donde convergen 2 realidades que parecen contrapuestas. No obstante, lo que está claro es que el invierno se acerca. Podemos mirar hacia otro lado y negar la evidencia de la cuestión o afrontar de manera pragmática la solución para nuestra economía.

¿Tiene sentido hablar de una nueva crisis económica? Son diversas las voces que afirman que la llegada de una nueva crisis es algo evidente. No obstante, basta con analizar la situación desde la frialdad para ver que esto no es así.  

Hablar de crisis implica hablar de decrecimiento, y como hemos plasmado al principio del artículo, lo que único que de momento se observa es una ralentización del crecimiento en la economía mundial, nunca un decrecimiento en su globalidad.

El invierno ya está aquí

Hombre mojado no teme a la lluvia. Quizás este viejo refrán de Oriente Medio sirva para explicar la situación a la que se enfrenta nuestro país. La crisis económica vivida recientemente debería haberse convertido en un aula donde aprender de nuestros errores. No obstante, en ocasiones seguimos permitiéndonos el lujo de no tenerlos en cuenta y borrarlos así de nuestro subconsciente.

El invierno ya está aquí. Diferentes corrientes meteorológicas actuarán de manera clara sobre el clima de nuestra economía, dependiendo de ella abrir su paraguas de experiencias pasadas como elemento de protección o por el contrario, mirar a otro lado y negar una realidad que se muestra más que evidente.

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Mariano Villar, Director nacional de Aon Credit Solutions en España.

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