El papel de las organizaciones en la prevención y tratamiento del cáncer

Según datos de la OMS, las cifras de las personas que contraen cáncer cada año siguen aumentando. En 2022, se diagnosticar 20 millones de casos nuevos, lo que supuso 9,7 millones de muertes por cáncer en el mundo. Se anticipa que en 2050 el número de casos nuevos de cáncer por año aumentará a 33 millones y el número de muertes relacionadas por cáncer aumentará a 18,2 millones, esto supone un alto impacto que afecta a pacientes, familiares y compañeros de trabajo.

Ahora bien, gracias al mayor conocimiento de la biología del cáncer, que ha dado lugar a la Oncología de Precisión, permitirá identificar biomarcadores en muchos de estos nuevos casos de cáncer y seleccionar los tratamientos más eficaces y seguros para cada paciente, logrando una mayor personalización de los tratamientos oncológicos.

Esta Medicina de Precisión, junto con las terapias dirigidas y tratamientos como la inmunoterapia, ha contribuido sin duda, a una mayor supervivencia, especialmente en las últimas décadas.

Las empresas se preocupan cada vez más de la vigilancia de la salud de sus empleados, siendo más conscientes de la necesidad de divulgar e implantar medidas, que ayuden a los empleados a prevenir y, en los casos necesarios, poder diagnosticar en estadios tempranos.

¿Cómo se debería abordar una estrategia para ayudar en la lucha contra el cáncer dentro de las empresas?

Para poder llevar a cabo un plan bien diseñado es importante tener en cuenta diferentes factores:

  • Muchos cánceres pueden prevenirse, y una estrategia de prevención exhaustiva puede maximizar los buenos resultados sanitarios.
  • Las empresas deben revisar sus medidas de apoyo físico, emocional, económico y social tanto a los enfermos de cáncer como a sus familiares cuidadores.
  • Mediante el análisis de los datos del programa y la colaboración con proveedores experimentados, las empresas pueden diseñar una estrategia de gestión del cáncer que contenga los costes y mejore los resultados.
  • La tasa de supervivencia a cinco años de varios tipos de cánceres comunes supera el 90% lo que significa que el cáncer ya no es la sentencia de muerte. Esto también significa que las empresas se enfrentan a nuevos retos, a la hora de reintegrar a los empleados en el lugar de trabajo una vez finalizado su tratamiento contra el cáncer.

La mayoría de los cánceres son prevenibles y las empresas pueden contribuir a ello

Muchos de los cánceres más frecuentes pueden prevenirse o detectarse precozmente. Por ejemplo, el cáncer de pulmón es el más frecuente en todo el mundo, con 2,2 millones de casos anuales. Hasta el 90% de las muertes por cáncer de pulmón están relacionadas con el tabaquismo, lo que significa que el apoyo a los programas para dejar de fumar puede contribuir en gran medida a la prevención. El cáncer de cuello de útero es otro cáncer frecuente que puede prevenirse con la vacuna contra el VPH. Del mismo modo, algunos cánceres colorrectales pueden prevenirse extirpando los pólipos precancerosos durante una colonoscopia.

4 estrategias de prevención y detección precoz

  1. Ofrecer programas centrados en los comportamientos que pueden reducir los riesgos de cáncer, como el abandono del tabaco, el control de la obesidad, la educación dietética y nutricional, y servicios y programas de ejercicio.
  2. Facilitar cribados que promuevan la detección precoz, como revisiones de la piel, colonoscopias y mamografías, y análisis de sangre para la detección precoz de cánceres múltiples. las empresas pueden promoverlos y fomentarlos.
  3. Utilizar la tecnología para concienciar sobre los riesgos. La tecnología también puede contribuir a soluciones ampliables que lleguen a más empleados.
  4. Pasar de los riesgos poblacionales a los riesgos personales. Por ejemplo, cada vez se diagnostica con más frecuencia a personas más jóvenes, por lo que centrarse en los trabajadores de más edad que tradicionalmente presentaban un mayor riesgo será menos eficaz.

Apoyo en el lugar de trabajo durante el tratamiento del cáncer

Dado que cada vez más cánceres son superables a largo plazo, las empresas deben contar con un plan para reintegrar a los trabajadores en la fuerza laboral Establecer un plan al inicio del tratamiento puede dar a los empleados la tranquilidad que necesitan para permanecer de baja hasta que estén realmente preparados. Las comunicaciones frecuentes y los ánimos también pueden ayudar a facilitar la transición de vuelta al trabajo.

La forma en que las empresas y directivos apoyan a los trabajadores que están en tratamiento, o tienen familiares y compañeros que lo están, es crucial para retener y comprometer a estos empleados

Las empresas están empezando a plantearse cómo estructurar una estrategia integral contra el cáncer que vaya más allá de la prevención y apoye a los empleados que cuidan de sus seres queridos enfermos.

Ayudar a un familiar con cáncer puede ser tan difícil y pesado como cuidar de él a tiempo completo. Dado que el cáncer se diagnostica cada vez más en personas jóvenes, esto puede suponer incluso el cuidado de un cónyuge o un hijo. Se calcula que cada año se diagnostica cáncer a 400.000 niños y adolescentes, y los menores de 50 años fueron el único grupo de edad en el que creció la incidencia del cáncer entre 1995 y 2020

4 estrategias para apoyar a los empleados durante el tratamiento

  1. Realizar una buena comunicación para dar a conocer todos los beneficios que ofrece la empresa en situaciones de patologías graves o crónicas y actualizar esta, para que todos los colaboradores las conozcan (permisos remunerados, posibles excedencias para cuidadores, trabajo flexible, incapacidades a corto o largo plazo, apoyo en salud física y mental).
  2. Ciertos tipos de cáncer siguen estando estigmatizados, y cualquier cáncer puede afectar significativamente a la salud mental de una persona. Establecer una comunicación abierta puede aliviar estas preocupaciones.
  3. No evite a los empleados afectados por miedo a molestarles. Es importante respetar su espacio, pero siempre contando con ellos para que no se sientan aislados y crean que la empresa no se preocupa por ellos. Existe una correlación positiva entre el regreso de los empleados tras el tratamiento y el apoyo de la empresa
  4. El apoyo social es otra parte vital. Los recursos para empleados, tanto para enfermos de cáncer como para sus cuidadores, proporcionan un sentimiento de comunidad que puede mejorar el bienestar físico y emocional.

Algo que las empresas pueden hacer para ayudar en el aspecto del bienestar social es crear grupos de recursos para empleados e impartir formación a los managers sobre apoyo, no sólo con relación al cáncer. Esto puede proporcionar a los empleados la red social y el apoyo que necesitan.

Apoyar a los empleados en un viaje difícil

Un diagnóstico de cáncer cambia la vida de los trabajadores y sus familias. El apoyo que reciben de la empresa, desde la atención médica hasta la tranquilidad en torno a su bienestar financiero, demostrando el valor que conceden a sus trabajadores

Invertir en programas de apoyo a la atención oncológica mejora el bienestar de los empleados, reduce el absentismo y fomenta una fuerza laboral leal y productividad

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