Por qué todas las compañías deberían pensar en los riesgos derivados del cambio climático

Además de la pandemia más grave a la que se ha enfrentado el mundo en más de un siglo, en 2020 también se produjo un número de catástrofes naturales superior a la media.

Junto con sus importantes impactos humanitarios, estas catástrofes naturales también fueron responsables de 268.000 millones de dólares en pérdidas económicas; según el Informe anual de 2020 de Aon  Weather, Climate & Catastrophe Insight, el impacto medido del cambio climático fue especialmente significativo este año. Del total de pérdidas económicas, los desastres climáticos representaron 258.000 mil millones de dólares, un 26% más que el promedio del siglo XXI.

Dados los riesgos potenciales a corto y largo plazo, cada vez más las empresas tienen más en cuenta en el cambio climático y sus impactos. Sin embargo, no todos los riesgos son tan identificables como los físicos.

Las partes interesadas, incluidos los gobiernos y las autoridades reguladoras, los accionistas y los consumidores, están examinando cada vez más la exposición y la respuesta de las organizaciones a los riesgos derivados del cambio climático y los pasos que están tomando para abordarlos.

Al hacerlo, el cambio climático puede exponer a esas organizaciones no solo a pérdidas de propiedad y por interrupción del negocio; sino también a riesgos de transición, como problemas de reputación, exposiciones de sus líderes y otras responsabilidades.

«Las organizaciones deben pensar en el cambio climático en dos frentes», afirma Corey Green, líder de operaciones globales de Aon Global Risk Consulting. “Uno es gestionar los impactos de la cuenta de resultados. El otro es el desarrollo de la postura de la organización sobre el cambio climático y la decisión de cómo informar a las partes interesadas. Aunque incluso con los mismos fundamentos, los enfoques de riesgo climático diferirán según la dinámica de la empresa y la industria «.

Puntos clave del informe

El informe anual de 2020 de Aon Weather, Climate & Catastrophe Insight; remarca que las catástrofes de 2020 incluyeron una temporada de huracanes en el Atlántico Norte sin precedentes; tormentas convectivas severas altamente destructivas, incendios forestales, inundaciones y sequías. Las ideas clave del informe incluyen lo siguiente:

  • Las 416 catástrofes naturales más destacadas del año supusieron 53.000 millones de dólares en pérdidas económicas, la tercera cifra más alta registrada.
  • Las 1.922 víctimas mortales durante la temporada de monzones de la India lo convirtieron en el desastre más mortífero de 2020. En todo el mundo, las catástrofes naturales fueron responsables de aproximadamente 8.100 víctimas mortales en 2020.
  • Otras catástrofes notables del año fueron las amplias inundaciones en la cuenca china del río Yangtze desde 1998; con 35.000 millones de dólares de pérdidas económicas, y un temporal de viento con ráfagas de más de 140 mph que devastó Cedar Rapids, Iowa, mientras se abría paso por el Medio Oeste de Estados Unidos.
  • También hubo una temporada de huracanes en el Atlántico que batió récords; e incendios forestales en el oeste de Estados Unidos que establecieron nuevos récords de hectáreas quemadas.

“Seguimos viendo un aumento en el nivel del mar que intensifica la marea ciclónica costera”; dice Steve Bowen, Managing Director and Head of Catastrophe Insight en Aon. “Este año también hemos visto la temperatura más alta jamás registrada en el Círculo Polar Ártico: 100,4 grados Fahrenheit (38ºC). Es la primera vez que se registran temperaturas superiores a los 100 ºF».

De hecho, para los científicos del clima; el aumento de las pérdidas por desastres en 2020 es una prueba del impacto del cambio climático, un desafío con una volatilidad creciente.


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https://noa.aon.es/informe-anual-2020-tiempo-clima-catastrofes/

Para las compañías, el enfoque climático se convierte en una obligación

Las empresas se encuentran en diferentes fases dentro del tema climático y todas reconocen la necesidad de participar en conversaciones sobre el clima; declara Patty Errico, Head of Global Public Affairs en Aon.

Los inversores y accionistas han aumentado sus exigencias a las empresas para que sean más transparentes y revelen más información sobre factores de riesgo como el clima.

El gestor de activos BlackRock; con una participación en más del 90% del S&P 500, que esperaría ver los planes de descarbonización de las empresas como un requisito para la inversión.

«Las expectativas van más allá de los inversores, ya que los clientes y empleados buscan comprender la posición de una empresa sobre el cambio climático para asegurarse de que se alinea con sus valores»; afirma Errico. «Por lo tanto; las políticas climáticas pueden afectar a la capacidad de una empresa para contratar y retener al mejor talento, y para captar y conservar la cuota de mercado».

Requisito de transparencia más estandarizada

Dado que los gobiernos y los organismos reguladores siguen exigiendo una mayor transparencia en torno a la exposición de las empresas a los riesgos relacionados con el clima, Errico afirma que a futuro podemos esperar requisitos de publicación y transparencia más estandarizados, así como un conjunto de estándares aceptados a nivel global para la presentación de informes.

Errico señala que los proyectos de mitigación y adaptación continúan generando oportunidades para las empresas, particularmente con aquellas público-privadas. «A medida que los gobiernos continúan equilibrando las soluciones de energía alternativa, buscan colaborar con recursos colectivos que aporten innovación, análisis de datos y soluciones creativas», dice Errico.

“La realidad es que numerosas partes interesadas exigen una mayor transparencia en torno a las intenciones y acciones del cambio climático de las empresas, tanto en términos de identificación de riesgos como de oportunidades”; dice Errico.

«La clave para desarrollar la resiliencia ante el cambio climático es tener un marco para identificar los riesgos de cola larga o ‘long-tail’ risks y aprovechar la experiencia y la innovación para crear soluciones viables».

Buscando la sostenibilidad a través de un prisma empresarial

Numerosos estudios han demostrado el valor de que las empresas adopten prácticas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG). A medida que gobiernos e inversores hacen más hincapié en la exposición de las empresas al cambio climático y su impacto en él, es cada vez más importante que los consejos de administración también se centren en la sostenibilidad.

Organismos como el Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima (TCFD) han proporcionado marcos para considerar estos riesgos e informar sobre la situación financiera relacionada con el clima.

“El modelo de la TCFD se puede dividir casi por la mitad en la forma de abordarlo”, afirma Green.

«La mitad superior del marco consiste en identificar los riesgos y oportunidades a través del prisma de la gestión de riesgos de la compañía; emprender amplios debates sobre la forma en que el consejo de administración o la dirección piensan acerca de las repercusiones del cambio climático en su negocio. ¿Dónde invierte la empresa, en qué desinvertirá en el futuro?», afirma.

Cuantificación de riesgos

«La parte inferior es pensar en cómo cuantificamos esos riesgos, los transferimos si es necesario y nos aseguramos de que estamos apoyando la cuenta de resultados».

Entre los riesgos de la parte superior del modelo se encuentran los riesgos intangibles asociados al cambio climático; como la política, la legislación, la tecnología, el mercado y la reputación, exposiciones que el TCFD denomina riesgos de transición.

El cambio climático también podría suponer un riesgo de responsabilidad civil para las empresas. Todo ello significa que las organizaciones que no identifiquen o no se adapten a los riesgos del cambio climático podrían enfrentarse a litigios de los accionistas.

«Es necesario que los consejos de administración tengan conocimientos sobre el cambio climático o, como mínimo; que los consejos de administración de las empresas públicas reciban una formación continua sobre el tema»; afirma Laura Wanlass, partner and Global Head of Corporate Governance en Aon.

Demandas contra empresas que no adoptan medidas frente al riesgo del cambio climático

Un área en la que esta tendencia se está volviendo más urgente es en las demandas contra las organizaciones relacionadas con el clima. Hasta ahora, la mayoría de los litigios se han centrado en el incumplimiento de la obligación de revelar los riesgos del cambio climático; pero cada vez hay más casos de demandas contra empresas por no tomar medidas para reducir el riesgo del cambio climático.

«Este tipo de demandas también pueden ayudar a impulsar el activismo de los accionistas y las peticiones de propuestas de voto sobre el clima u otras propuestas relacionadas con el medio ambiente», afirma Wanlass.

Las organizaciones también se enfrentan a posibles riesgos de reputación derivados de la naturaleza de su negocio, de con quién hacen negocios y de su posible impacto en el cambio climático.

El daño potencial de las crisis de reputación puede ser importante y está creciendo en la era de las redes sociales, un cambio que está poniendo de relieve la importancia de un liderazgo sólido para mitigar el riesgo de reputación.

“Si las empresas no proporcionan de forma proactiva su información financiera relacionada con el impacto climático, otros lo revelarán por ellas. Y dependiendo de la industria, el silencio puede ser tan problemático como no contar una historia de manera eficaz”, dice Wanlass.

Por dónde empezar a abordar el cambio climático en la empresa

El cambio climático es cada vez más una prioridad para los líderes globales, incluso durante la pandemia global en curso, y quizás a causa de ella. «En los últimos seis meses, hemos recibido más consultas sobre el cambio climático que nunca», revela Jeremy Barton, director general de Aon Inpoint, Asia Pacífico.

Green afirma que las empresas que se enfrentan a riesgos físicos habituales debidos al cambio climático -como el impacto de huracanes cada vez más fuertes o posibles inundaciones en zonas de oficinas- tienen una ventaja que pueden aprovechar.

Pero para muchas empresas, abordar el cambio climático es un territorio nuevo. Puede resultar abrumador saber dónde y cómo empezar.

«El cambio climático significa cosas diferentes para cada persona. Hay que empezar por conseguir un pensamiento colectivo en toda la organización para poder construir una visión única», aconseja Barton. «A partir de ahí, se puede empezar a analizar los riesgos y oportunidades. Y no tengas miedo de pedir ayuda. Empieza con algo pequeño. Pero lo importante es empezar».

Artículo publicado originalmente en inglés en el blog internacional de Aon The One Brief bajo el título: Why Every Business Should Be Thinking About Climate Change Risks

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