Blockchain: tecnología para realizar transacciones seguras

Desde hace algún tiempo la palabra blockchain se ha asociado con una tendencia tecnológica que cubre la necesidad de descentralización de acciones y operaciones económicas al tiempo que garantiza y mantiene la confiabilidad de los usuarios.

Si tenemos en cuenta que esta tecnología provee una mejora en cuanto a seguridad del dato, incrementa la eficiencia y rapidez a nivel de operación y supone un significativo ahorro de costes, podemos entender que estamos ante una tecnología que supondrá un avance superlativo y que, sin lugar a dudas, ha venido para quedarse.

Partiendo de este punto, ¿En qué se basa y cómo funciona realmente blockchain? ¿Se garantiza la seguridad de la transacción? La respuesta es afirmativa y podemos argumentarla en base a los conceptos que definen de por sí al blockchain.

Características del Blockchain

A pesar de los aspectos beneficiosos que supone el blockchain, su concepción puede seguir resultándonos algo difusa. Estos son los aspectos que debes tener en cuenta de manera prioritaria:

  • En el ecosistema, un «bloque» se refiere a un «contenedor de datos» de registros digitales (también conocido como «transacciones»). Estos bloques están unidos en orden cronológico para formar una cadena continua, de ahí el término «cadena de bloques».
  • Cada bloque contiene una marca de tiempo y todos los bloques están interconectados entre sí mediante «hashes» o códigos generados mediante algoritmos criptográficos. Cualquier cambio sobre la información registrada en un bloque en particular no se reescribe, se almacena en un nuevo bloque que identifica el cambio, especificando la fecha y hora concreta del mismo.
  • Cada nuevo bloque no sólo contiene una lista de nuevos registros, sino también la marca de tiempo del bloque y una firma digital única (criptográfica) del bloque anterior. A medida que los bloques “antiguos” se conservan (para siempre), se añaden nuevos bloques a la cadena de forma irreversible, resultando prácticamente imposible alterar y manipular los datos de un bloque en particular sin ser detectados.
  • Dado que los bloques se distribuyen (y mantienen) a través de múltiples sistemas al mismo tiempo, blockchain también se conoce como el mayor «libro mayor distribuido», ya que las transacciones que se lleven a cabo son aprobadas por gran parte de la red antes de ser verificadas.

A diferencia del enfoque tradicional, blockchain elimina la necesidad de cualquier control centralizado.

En su lugar, todas las transacciones (registros) son descentralizadas y verificadas por los propios integrantes de la cadena y sistema, facilitando así una confianza en los datos basada en una multiaprobación casi simultánea y en tiempo real.

¿Cómo funciona la cadena de bloques?

En una red blockchain, cada vez que se crea una nueva transacción (registro), se genera automáticamente un nuevo bloque indicando fecha y hora (timestamp) que hace referencia al momento en el que se introdujo el registro en el bloque.

De igual forma, cada vez que se actualiza un bloque ya existente, se crea otro bloque nuevo (con su propia marca de tiempo) y así sucesivamente, creando así una única vía de incremento de bloques e información, enlazándose automáticamente al bloque anterior disponible, utilizando el «hash» de este para validar la creación o actualización.

Cada vez que se crea un nuevo bloque, este se transmite en tiempo real a todos los equipos y sistemas conectados que participan en la red blockchain. Estos equipos son conocidos como «nodos».

Los nodos son los principales responsables de gestionar y mantener la copia más actualizada (actual) de los registros de transacciones (historial), jugando un papel crucial en el mantenimiento de la integridad de la red, ya que ningún nodo puede realizar cambios en un bloque existente, sin regenerar todos sus bloques anteriores.

Al crear un nuevo bloque, el nodo utiliza el hash del bloque anterior, su propia clave privada de cifrado (crypto) y la clave de cifrado pública del siguiente nodo en la red. Sin clave privada, no es posible crear un nuevo registro o bloque.

No obstante, y aunque blockchain es quizás una de las tecnologías de protección de datos más seguras que existen hoy en día, dar por sentado su seguridad sería una irresponsabilidad. A medida que la tecnología evoluciona, también lo harán sus vulnerabilidades y es sólo cuestión de tiempo que esto ocurra.

Para evitar ataques o acciones maliciosas, es imperativo que las organizaciones protejan su blockchain desde el inicio, asegurando los niveles de seguridad desde el diseño, mediante la implementación de los mecanismos de autenticación y criptografía necesarios y suficientes.

Los riesgos tecnológicos, sobre todo aquellos derivados de la seguridad están en continuo cambio y cada vez son más complejos, motivo por el cual su análisis y mitigación efectiva constituyen un reto para todas las empresas.

El equipo especializado de Aon cuenta con un amplio bagaje profesional en materia de ciberseguridad, desarrollando una serie de servicios que faciliten la protección de tu empresa con las máximas garantías.

David Rubio Lopez, Cyber Consulting Practice Leader de Aon.

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