Tendencias de liderazgo para el año 2020

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2019 no fue un año en el cual disminuyeran el número de amenazas que afectaban al buen funcionamiento de las empresas que dan forma al tejido empresarial internacional.

Combatir este tipo de escenarios será el principal objetivo de las diferentes tendencias de liderazgo que podría adoptar el equipo directivo de nuestra empresa, las cuales seguro variarán de manera considerable a lo largo del 2020.

A lo largo del ejercicio económico del 2019, los equipos directivos han tenido que poner su foco de atención sobre cuestiones tan diversas como el cambio climático, la incertidumbre geopolítica o inclusive las tensiones vividas en el ámbito del comercio internacional, una diversidad de escenarios que afectaban de manera clara al buen funcionamiento de cualquier actividad empresarial. 

No obstante, es importante ser conscientes de que este tipo de escenarios seguirán presentes a lo largo del 2020, y la forma en la que actuemos ante ellos garantizará la supervivencia de nuestra entidad en un futuro no muy lejano, situación que, tanto en su vertiente positiva como negativa, se reflejará de manera clara en nuestra cuenta de resultados.

4 amenazas para el equipo directivo de cualquier empresa en 2020.

Con carácter general, el principal objetivo de cualquier líder empresarial se encuentra en hallar el perfecto punto de equilibrio entre la forma en la que gestiona cualquier tipo de amenaza externa con la optimización del rendimiento interno de su entidad.

Centrarse en un determinado riesgo en detrimento de otro tipo de situaciones tan solo garantizará el desequilibrio de nuestra organización en el medio y largo plazo de su actividad empresarial.

Es por ello que, a continuación, los directivos del equipo de Aon exponen algunos riesgos que debería valorar el personal directivo de cualquier empresa a lo largo del 2020, con el objetivo de convertir este tipo de problemas en una clara oportunidad de mejora para garantizar el efectivo crecimiento de su empresa, adelantándose de manera efectiva a los problemas que pudieran aparecer a lo largo de su ejercicio económico.

1. Aminoración de la incertidumbre económica de nuestra empresa mediante datos.

Si tuviéramos que clasificar los tipos de riesgos que enfrentan los directivos de cualquier empresa, estos podrían ordenarse de manera general en 2 grandes grupos: situaciones conocidas y desconocidas.

Los riesgos conocidos refieren cualquier tipo de situación sobre la cual ya contamos con datos precisos, y es sobre estos sobre los cuales deberíamos tomar cualquier decisión al respecto.

Por otro lado,  los riesgos desconocidos englobarían cualquier tipo de situación sobre la cual no se ha establecido ningún tipo de precedente en nuestra empresa, al menos a través de datos fácticos que permitan analizar el escenario al que nos enfrentaremos.

No obstante, a la hora de trabajar con datos concisos, hay una realidad que impera de manera obvia en cualquier empresa a día de hoy: existe un exceso de los mismos, resultando imprescindible diferir cuáles son realmente útiles.

De hecho, los datos carecen de cualquier tipo de valor si no extraemos un conocimiento especializado de ellos,  ofreciéndonos una información que  se convierte en un aval seguro para la toma de decisiones dentro de nuestro núcleo empresarial.  

De cara al 2020, las principales tendencias de liderazgo deberán centrarse por tanto en superar la fase de “inversión en datos” para dar paso a un trabajo exhaustivo a través del conocimiento de los mismos, representando este conocimiento la brújula de nuestras decisiones empresariales en detrimento de otros tipo de criterios de carácter más subjetivo. 

2. Elementos intangibles de nuestro activo empresarial.

Con independencia del sector económico al que se dedique nuestra entidad, la inversión en tecnología es una realidad que ha afectado a todas las empresas con carácter más que evidente.

De hecho, las empresas que han decidido realizar una férrea inversión en este tipo de cuestiones han visto como esto repercutía de manera muy beneficiosa en su cuenta de resultados, al tiempo que las que obviaban esta realidad caían de manera progresiva en un situación de obsolescencia del todo previsible.

En relación a esta realidad empresarial, lo cierto es que, a día de hoy,  gran parte del activo de las empresas se localiza en bienes intangibles, como pudieran ser las patentes, las marcas comerciales o los derechos de autor.

Anteriormente, este tipo de activos solo tenían un peso considerable en el patrimonio de determinadas empresas por la naturaleza de su actividad económica, como por ejemplo, empresas que operaban dentro del sector farmacéutico.

No obstante, es una realidad más que evidente que cualquier empresa en la actualidad debe valorar el peso de los bienes intangibles en el activo con el que cuenta su núcleo empresarial.

De hecho, esta realidad representa una de las mayores tendencias de liderazgo para el año 2020, realidad que será claro foco de atención del equipo directivo de cualquier empresa, el cual alineará de manera estratégica este tipo de activos con su estrategia de negocios para aumentar sus beneficios a final de año.

3. La seguridad cibernética de nuestra empresa.

Y al tiempo que las empresas se sumergen en una clara corriente de digitalización, los riesgos asociados a este tipo de procesos son una realidad más que evidente.

De hecho, los ataques en materia de ciberseguridad se han convertido en una de las principales preocupaciones de la junta directiva de cualquier empresa.

Preocupaciones de este tipo fueron puestas de manifiesto en la encuesta de Gestión de Riegos Globales de Aon de 2019, estableciéndose como el sexto mayor riesgo a nivel mundial al que se enfrentaron las empresas a lo largo del último año.

A este respecto, resulta imperativo hacer un cambio de perspectiva para entender el alcance real de esta problemática. 

No es la tecnología lo que supone un riesgo, sino el rápido crecimiento de la misma.

Al tiempo que los riesgos asociados a esta aumentan de manera progresiva, los consumidores exigen a las organizaciones un mayor compromiso con la forma de tramitación de sus datos, un elemento de fuerte presión que padecerá el equipo directivo de cualquier empresa a lo largo del 2020.

A pesar de esto, muchas empresas no valoran esta situación hasta que su empresa sufre su primer ataque cibernético, actuando y entrando al sistema de Ciber Loop en un momento que sin duda no sería del todo oportuno.

El abanico de consecuencias de este tipo de escenarios se abre de manera más que amplia, afectando a nuestra empresa en su totalidad, desde la interrupción de nuestra actividad económica hasta la pérdida de confianza por parte de nuestra cartera de consumidores.

Es por ello que, dentro de las principales tendencias de liderazgo para el año 2020, se encuentra la creación de equipos multidisciplinares capaces de actuar de manera efectiva frente a este tipo de situaciones.

Por otro lado, esto también afectará a la forma en la cual la empresa evalúe sus relaciones comerciales en los años venideros.

Los sistemas de procesamiento de datos e información con los que trabaje cualquier empresa serán un elemento a valorar antes de iniciar cualquier tipo de relación con otro núcleo empresarial, quedando excluidas todas las empresas que no tomen las medidas adecuadas al respecto.

El enfoque de las empresas sobre esta problemática deberá dotarse de un fuerte carácter proactivo, a través de una perspectiva íntegra que englobe desde la mitigación de riesgos hasta el desarrollo de un sistema de seguridad que evolucione al mismo ritmo que las necesidades de nuestra empresa.

4. Relación entre tecnología y gestión de talento.

El hecho de que las inversiones en innovación y tecnología sean una de las mayores preocupaciones de los directivos de cualquier empresa no significa que esta sea capaz de actuar de manera autosuficiente.

Aunque a veces lo olvidamos, detrás de la tecnología se encuentran las personas que dan forma a nuestro organigrama empresarial.

No obstante, sí es importante que delimitemos el papel que tendrá esta realidad dentro de nuestra empresa en los años que están por venir.

De hecho, en relación a esta cuestión, podríamos delimitar otra de las preocupaciones más importantes para cualquier empresa a lo largo del 2020: la escasez de talento dentro de sus núcleos empresariales.

La empresa debe encontrar el equilibrio entre las funcionalidades de la tecnología y las posibilidades reales de su plantilla de trabajadores, promoviendo la unión de ambos elementos para hacer de esta el perfecto elemento de ayuda en la consecución de nuestros objetivos empresariales.

El equipo directivo de cualquier empresa se volverá “más inteligente” gracias a los datos que obtengan a través de las nuevas innovaciones tecnológicas, responsabilizando a sus equipos por las decisiones tomadas teniendo estos como base. 

Los escenarios mencionados con anterioridad muestran un 2020 cargado de retos, retos que deberemos afrontar en calidad de oportunidad para mejorar no solo el funcionamiento y desarrollo de nuestra empresa, sino también la forma en la que esta se relaciona con el entorno que le rodea.  

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