Nadie duda hoy en día de que la situación económica general y particular es una de las principales preocupaciones de muchas personas. Pero, ¿hasta qué punto esa preocupación afecta a la faceta profesional? ¿Están ambas cuestiones relacionadas? A continuación, se analizará a fondo el concepto de bienestar financiero, explicando qué significa, en qué consiste, y descubriendo si es posible y recomendable fomentarlo en el mundo empresarial.
¿Qué es el bienestar financiero?
Cuando se habla de bienestar financiero, se hace referencia a la situación económica personal o familiar en la que todas las necesidades están cubiertas. No es exactamente equivalente a tener mucho dinero disponible, sino que se basa en la relación de varios factores.
- Presupuesto.
- Ahorro e inversión.
- Deudas y créditos.
- Protección.
Todas estas áreas están íntimamente ligadas, de forma que una mejora o un empeoramiento en alguna de ellas repercutirá en las demás. Por ejemplo, si se realiza un esfuerzo para reducir una deuda, se incrementarán las posibilidades de ahorro e inversión, se reducirán las presiones presupuestarias y se aumentará la protección.
La importancia del bienestar financiero en las empresas
Cada vez más las empresas se están dando cuenta de que el bienestar financiero no es algo que únicamente afecte a los empleados de manera particular. Si el bienestar financiero de los empleados no es el adecuado, su nivel de estrés aumentará. Y esto, inevitablemente, incide de alguna manera en el rendimiento y productividad de los miembros de una plantilla.
Por este motivo, para una empresa el bienestar financiero de sus empleados ha de ser una preocupación y una ocupación. ¿El objetivo? Ayudarles a proteger su economía y la de su familia, proporcionarles herramientas para manejar su situación financiera y, en última instancia, contribuir a que el estrés personal relacionado con esta cuestión esté controlado y no afecte en exceso a su trabajo diario.
La importancia de fomentar el bienestar financiero de los empleados
Muchas organizaciones se están comenzando a interesar y preocupar por el bienestar financiero de sus trabajadores. Pero son en concreto aquellas que han decidido dar un paso adelante y contribuir de forma más efectiva las que se han dado cuenta de todos los beneficios del bienestar financiero de sus empleados.
No ha de olvidarse que la actual etapa se caracteriza por una paulatina desaparición del antiguo rol de jefe para dejar paso al líder. Mientras que el primero destaca por tener el poder o la autoridad para dirigir a sus subordinados, lo que consigue el líder es influir en su punto de vista, motivándolos y haciéndolos partícipes de todos los procesos y decisiones. En consecuencia, lo que se consigue es formar un equipo, no una simple jerarquía.
En este contexto, ¿cómo puede concebirse que la empresa y sus líderes no se impliquen en esa faceta tan personal pero a la vez tan importante para sus empleados? Esa relación de cercanía y confianza perdería todo el sentido si el trabajador no siente que, efectivamente, su empresa se preocupa por él y por su bienestar financiero.
Recomendaciones y buenas prácticas
Llegados a este punto, la pregunta es la siguiente: ¿cómo una compañía puede contribuir de forma activa a garantizar y mejorar el bienestar financiero de sus empleados? No hay que olvidar que no solo importa el salario: que los trabajadores puedan alcanzar sus metas es también fundamental.
El primer paso, sin lugar a dudas, será analizar cuáles son las necesidades financieras específicas de los trabajadores. Solo así se podrán implementar programas de bienestar financiero efectivos. Además, habrá que realizar un seguimiento continuo, para comprobar que estos programas y sus acciones continúan respondiendo a las demandas reales. Estas son algunas de las recomendaciones más habituales a la hora de implementar medidas para incrementar el bienestar financiero de los empleados.
- Ofrecer desde la Empresa programas de formación orientados a la planificación financiera de los empleados ayudándoles a organizar su desorden financiero en su día a día.
- Optimizar la gestión de las nóminas y permitir más flexibilidad en su cobro. Sistemas de anticipos de nóminas en función de los días devengados.
- Poner a disposición del empleado las herramientas necesarias para buscar el equilibrio entre su salario y sus beneficios sociales de manera que pueda satisfacer sus necesidades personales y familiares en cada momento:
- Ampliar el paquete de beneficios sociales: Seguros de salud, Planes de jubilación, etc..Planes de Compensación Flexible optimizando las ventajas fiscales de ciertos productos (comida, guardería, formación, transporte, salud, renting coche…
- Portales de Descuentos en productos y servicios.
- Medidas de conciliación: horarios flexibles, trabajos en remoto, facilitadores de vida, etc..
- Fomentar mediante distintos mecanismos el ahorro a la jubilación de los empleados, para ello es pieza clave comenzar con la concienciación de la importancia del ahorro.
Con estas y otras buenas prácticas no solo se conseguirá mejorar la situación financiera de cada trabajador, sino que la empresa proyectará una imagen interna de organización comprometida que conseguirá una mayor implicación, fidelidad y sentimiento de pertenencia por parte de los trabajadores. En consecuencia, su productividad también crecerá.
Tendencias en materia de bienestar financiero
Se concibe la implementación de programas de bienestar financiero como una tendencia en auge, pero todo parece indicar que, con el tiempo, se va a consolidar y se va a convertir en una realidad en la mayor parte de las organizaciones.
De hecho, ya en la actualidad, el 20 % de las empresas ha puesto en marcha su propio sistema de bienestar financiero, porque se han dado cuenta de todos sus beneficios. De entre todos ellos, hay que destacar también el retorno de la inversión que se produce. Concretamente, las empresas que han dado el paso aseguran haber obtenido un retorno de tres a uno en su inversión.
En definitiva, la felicidad y satisfacción de los trabajadores que se consigue mediante un programa de bienestar financiero es indudable. Hasta un 75 % encuentra que es un beneficio importante, y el 60 % asegura querer permanecer en una empresa si le ofrece soluciones de este tipo. Desde Aon ayudamos a todo tipo de organizaciones en el diseño de sus planes de bienestar 360 como una parte cada vez más valorada desde las prácticas de recursos humanos.