El almacenamiento cuántico en la nube traerá todo tipo de cambios. Esta tecnología ofrece un mayor espacio en el que almacenar datos, operaciones más ágiles y una respuesta casi inmediata. Hay que tener en cuenta que esta tecnología está dando sus primeros pasos, los cuales son muy prometedores y probablemente tendrán un gran impacto a nivel global.
Almacenamiento cuántico en la nube
Los ordenadores cuánticos salen de los laboratorios de gigantes tecnológicos como IBM y ya se están utilizando para fines comerciales. Uno de ellos es el almacenamiento de información en la nube, ya que es una forma sencilla de conectar estos dispositivos con un ordenador convencional.
Mantenimiento de un ordenador cuántico
El mantenimiento de un ordenador cuántico es costoso y requiere de unas condiciones muy particulares. Por ejemplo, hay que mantenerlo a temperaturas bajo cero para que pueda operar con normalidad. Este es el principal impedimento para su instalación en cualquier empresa. Pero esto no limita su uso para el almacenamiento en la nube.
Se crea una arquitectura nueva en la que los ordenadores normales se mantienen en la periferia, mientras que el corazón del sistema es completamente cuántico. Por tanto, se crea una nube híbrida que utiliza las dos formas de computación para ofrecer unos resultados impresionantes.
La clave de esta arquitectura es la conexión entre el ordenador cuántico y el convencional. Se busca que los primeros ejecuten tareas enviadas desde los segundos. Para esto es esencial disponer de programas específicos. Aunque pueda parecer lo contrario, esta es una forma de trabajo ágil y que reduce los costes de todo el proceso.
Las principales compañías que proveen servicios en la nube están poniendo a disposición de sus clientes sus propios ordenadores cuánticos. Además, la forma de operar no deja de tener paralelismos con la convencional. En ambos casos se manejan computadoras en centros de datos remotos, por lo que el cambio e implementación de esta nueva tecnología no tiene que ser brusco.
También se están desarrollando programas específicos, tanto destinados a ordenadores clásicos como para los cuánticos, que permiten experimentar y desarrollar este tipo de nubes. Así, pese a que la tecnología está dando sus primeros pasos, ya se aplica en un entorno comercial que podría contribuir a acelerar su evolución. Asimismo, los costes de su uso se mantienen en un rango aceptable, tanto que empresas de mediano tamaño podrían acceder a estos servicios de almacenamiento sin que supusiera un enorme esfuerzo económico.
Tecnología cuántica
La tecnología cuántica supone un gran salto en la capacidad de procesamiento de un ordenador. La mecánica cuántica se desarrolló a principios del siglo XX. Esta busca entender el funcionamiento de la naturaleza a escala subatómica, la cual encierra todo tipo de comportamientos exóticos y contraintuitivos. Por ejemplo, una misma partícula puede estar en dos sitios a la vez, algo impensable a la escala en la que se mueven los seres humanos.
Aprovechar las propiedades de las que hacen gala las partículas es posible. Este es el caso de la superposición cuántica, la cual indica que una misma partícula puede estar diferentes estados simultáneamente. Y esta propiedad es la que destaca en el mundo de la informática.
Hasta ahora, los ordenadores y otros dispositivos utilizan el bit como unidad de memoria. Así, los programas y aplicaciones se codifican en un lenguaje binario de unos y ceros. Estos códigos se transforman en señales eléctricas que se transmiten a transistores, los cuales permiten realizar todo tipo de actividades. Aunque parezca poco, esta tecnología ha contribuido a sustentar el mundo moderno.
En la computación cuántica el bit se sustituye por el quantum bit o qbit. Mantienen un lenguaje binario de unos y ceros, pero con la capacidad de ser ambos a la vez y mucho más. Es decir, hasta ahora un bit solo podía mantener uno único estado, pero los qbits son capaces de ser ambos al mismo tiempo y pueden estar en cualquiera de los infinitos estados que hay entre uno y cero.
Agilidad en la capacidad de procesamiento
Esto significa un salto en cuanto a capacidad de procesamiento y eficiencia, algo que se consigue por los efectos del entrelazamiento cuántico y de la superposición. No hay que pensar que el avance es solo de velocidad, que los ordenadores cuánticos hacen los mismos procesos que los convencionales más rápido. Se utilizan nuevas formas de procesar la información, las cuales son más ágiles.
Por ejemplo, para calcular la ruta óptima a cualquier lugar, un ordenador clásico necesita procesar una a una las diferentes opciones. Esto le puede conducir a realizar 500 000 intentos hasta encontrar la adecuada, algo que hará mucho más rápido que la mente humana. Sin embargo, el cuántico considera todos los caminos a la vez y en 1000 intentos llega a la solución adecuada.
La potencia de estos ordenadores es tal que, si se lograra construir uno con una capacidad de 2000 o 2500 qbits, sería capaz de romper en poco tiempo la criptografía de clave pública utilizada para cifrar las comunicaciones. Además, con 270 qbits el ordenador tendría más estados base, es decir, cadenas de caracteres diferentes y simultáneas, que átomos existentes en el universo.
Por tanto, esta tecnología podría suponer un avance disruptivo, en especial cuando se combina con otras que están en pleno desarrollo. Este es el caso de la inteligencia artificial, el blockchain o los vehículos autónomos. En los próximos años irán apareciendo algoritmos cuánticos, los cuales revolucionarán el aprendizaje de las máquinas y la forma en la que el ser humano se relaciona con su entorno.
Beneficios de la computación cuántica en la nube
Las posibilidades y beneficios de la computación cuántica en la nube son variadas. Pese a que su desarrollo no está completo, ya es accesible a un coste razonable incluso para empresas de tamaño medio. En pocos años la mayoría de la población tendrá acceso a estos servicios, los que simplificará y acelerará aún más la transmisión de información.
Sin duda, la seguridad es uno de los aspectos más sobresalientes. Es posible crear cifrados que un ordenador convencional no podría romper, ya que no dispone de la capacidad de procesamiento necesaria. De hecho, sería indispensable otro computador cuántico. Un ejemplo es el uso de números aleatorios para proteger la información que se envía. De esta forma, las empresas podrán enviar sus datos sin temor a que sean robados.
Se cree que el espacio de almacenamiento crecerá de forma exponencial, algo que contribuirá a abaratar con creces los servicios que ofrece la nube. En la actualidad se necesitan de centros especializados en los que almacenar servidores. Sin embargo, se prevé la creación de un internet cuántico tanto para facilitar la transmisión de datos como para guardarlos.
Al utilizar fenómenos físicos como el entrelazamiento cuántico de las partículas, la latencia en las transmisiones podría llegar a desaparecer. La comunicación entre dos partículas ligadas de esta forma es instantánea. Una acción que afecte a una tendrá un efecto inmediato en la otra. Así, se podrá manejar grandes volúmenes de información, que podrán ser enviados a diferentes partes del globo sin esperas.
Las empresas, de cualquier sector, salen ganando con este beneficio. Podrán manejar sus datos sin esperar largos tiempos de descarga, enviarlos a cualquier de sus sedes y disponer de ellos a voluntad. No obstante, para que estos avances se hagan realidad aún falta crear una estructura sólida y cimentada en un conocimiento profundo de la tecnología.
Gestión de grandes volúmenes de datos
Otro beneficio está relacionado con la capacidad de procesamiento. Al agilizarla, es posible gestionar mayores volúmenes de datos para obtener de ellos información importante. En la actualidad el big data ya ofrece unos resultados sorprendentes, tanto que es posible predecir el comportamiento de las personas cuando realizan sus compras. Así, se podrán ofrecer servicios aún más personalizados y centrados por completo en las necesidades de los clientes.
También se podrán resolver problemas complejos con mayor facilidad. Aquellos que afectan a la logística, por poner un ejemplo, tendrán solución en menor tiempo gracias a esta computación en la nube. También podría utilizarse para mejorar la productividad y prevenir diferentes problemas. Al poder gestionar mayores cantidades de información, todo esto llegará a ser posible.
Los proveedores de estos servicios ya ofrecen algoritmos centrados en la optimización de procesos. Una vez más, al disponer de una capacidad de procesamiento mayor, estos problemas se resuelven en menos tiempo. No obstante, hay que plantearlos en términos que el ordenador cuántico pueda manejar, un proceso que los proveedores del servicio explican y que las empresas pueden aprovechar para sus propios intereses.
En definitiva, conocer el almacenamiento en la nube qué es permite conocer una tecnología que ya ofrece unas ventajas importantes, pero que ofrece mejores perspectivas. Contar con el poder de la computación cuántica permitirá a empresas de todos los sectores operar a mayor velocidad, con la máxima seguridad y reduciendo los costes en diversas áreas.
El almacenamiento cuántico en la nube solo está dando sus primeros pasos y todavía queda mucho por hacer. No obstante, los servicios que se ofrecen en la actualidad ya destacan por su calidad y posibilidades. En Aon se apuesta por las últimas tecnologías y amparar su desarrollo. ¡Conoce nuestros servicios!