En los últimos años estamos viviendo desafíos macroeconómicos, demográficos, geopolíticos y tecnológicos a una velocidad sin precedentes. Lo que obliga a las empresas a gestionar los riesgos emergentes asociados donde se ponen a prueba su capacidad de adaptación e innovación.
Autor: Fernando Caballero (Managing Director en Aon Global Risk Consulting)
Podemos ver en los titulares diarios que términos como crisis reputacionales, uberizacion, criptomonedas, blockchain, gig economy, longevidad, cambio climático, incertidumbre política o la revolución digital son ya términos familiares para todos y están poniendo a prueba la capacidad de resiliencia de los negocios.
Apostar por la innovación es una buena herramienta para enfrentarse a los riesgos emergentes. Las organizaciones que no innovan están abocadas a una desaparición casi segura en un mundo volátil y cada vez más cambiante. La vida media de las empresas cotizadas se ha reducido de 60 años a 15 en un periodo corto de tiempo (datos S&P). Citando a Albert Einstein, “las respuestas han cambiado” cuando le preguntaban porque repetía el examen del año pasado sus alumnos.
Es importante identificar y cuantificar los riesgos emergentes a los que nos enfrentamos y poder transformarlos en oportunidades.
Los riesgos emergentes no es un concepto etéreo o filosófico, por ejemplo, bajo solvencia II, el regulador verificará el sistema de gobierno de las entidades aseguradoras y reaseguradoras y evaluará los riesgos emergentes identificados por dichas entidades que puedan afectar a su solidez financiera, pudiendo exigirles que adopten las medidas necesarias para mejorar y consolidar su sistema de gobierno.
En las empresas cotizadas , es un requerimiento de buen gobierno identificar todo tipo de riesgos que afectan a la estrategia y declarar el apetito al riesgo de las compañías.
Principalmente los errores más comunes al gestionar los riesgos emergentes son:
- No identificar el riesgo.
- Infravalorar su impacto.
El daño a la reputación debe ser visto como uno de los riesgos emergentes clave para las empresas por la viralidad en la generación de una mala o buena reputación corporativa, el “riesgo de riesgos” número uno en la encuesta global de riesgos de Aon, tiene muchos factores contributivos y efectos, que pueden hacer que una compañía desaparezca. Los factores principales que marcan una buena o mala reputación son:
- La brecha entre la reputación percibida y la realidad.
- Los cambios en las expectativas y creencias.
- La ausencia o la existencia de prevención/coordinación interna.
Lo que está demostrado en relación con la gestión del riesgo reputacional, es que aquellas compañías que toman una actitud preventiva tienen un resiliencia mayor y menor volatilidad bursátil.
Al hablar de riesgos emergentes, no podemos dejar de mencionar los ciber-riesgos, que ha dejado de ser un concepto para ser una realidad. Algunas de las características que los hacen realmente relevantes son:
- Afectan a todos los sectores, organizaciones y gobiernos.
- Crecimiento exponencial en el número de violaciones de datos/costes asociados.
- Grado alto de Incertidumbre en sus consecuencias.
- Inicialmente no son fácilmente detectables.
- Evolución rápida y sus consecuencias alcanzan a múltiples áreas de las organizaciones propagándose a gran velocidad.
El ciber-riesgo tiene un impacto múltiple y no están ligados únicamente al impacto tecnológico, producen daños físicos y económicos propios y a terceros, por eso es importante analizar y cuantificar la exposición al riesgo adecuadamente.
Acontecimientos geopolíticos (Brexit, Elecciones USA) , cambio climático, etc de igual forma generan necesidad de respuesta por las organizaciones.
Importante es en relación con los riesgos emergentes, la respuesta a una potencial crisis originada por estos, El Plan de Continuidad del Negocio (PCN) es un elemento clave en este sentido. La respuesta a las crisis en un mundo conectado y viral tienen que ser rápidas y abordar la restauración de negocios en plazos cada vez más cortos.
Finalmente, abordando los grandes desafíos que representa la disrupción tecnológica y los riesgos emergentes que surgen, concluimos con una frase de Charles Darwin: “Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio” lo que significa que desde la perspectiva de gerencia de riesgos debemos abordar análisis de escenarios de todos los riesgos nuevos motivados por los cambios macroeconómicos, demográficos, geopolíticos y tecnológicos…. y pensar que lo impensable puede ocurrir (cisnes negros , eventos de alto impacto y baja probabilidad). De igual forma toda la información relativa a la gestión de estos riesgos deberá embeberse en la compañía desde el Consejo de Administración hasta el último empleado según el modelo de las tres líneas de defensa.
Para más información puede consultar la Encuesta Global del Riesgo, realizada por AON:
Modelo de tres líneas de defensa:
Infografía predicciones de seguridad:
https://noa.aon.es/wp-content/uploads/2019/02/Infografia-Predicciones-Ciber-v.2.pdf
Brexit análisis del articulo 50 Tratado de Lisboa:
http://www.aon.com/spain/temas-destacados/The%20B%20of%20the%20Bang_v2.pdf
Informe anual de catástrofes:
http://www.aon.com/spain/temas-destacados/Annual-report-weather-climate-2017.pdf