El papel del sector asegurador en la solución de la crisis climática y de biodiversidad

El sector de los seguros puede contribuir a reducir el riesgo de inversión de las soluciones basadas en la naturaleza y mejorar la integridad de las transacciones de compensación de carbono.

Conclusiones clave:

  1. Los seguros tienen un papel que desempeñar en la aceleración y la reducción de riesgos de las soluciones basadas en la naturaleza.
  2. Tendencias prometedoras mejoran nuestras posibilidades de resolver las crisis del clima y la biodiversidad.
  3. Los conocimientos del sector asegurador, combinados con la experiencia de la industria medioambiental y el auge de inversiones de impacto, pueden ayudar a financiar un mayor número de proyectos relacionados con la naturaleza y acelerar la transición hacia las cero emisiones netas.

 

El sector de los seguros puede desempeñar un papel significativo a la hora de ayudar a reducir el riesgo de inversión de las soluciones basadas en la naturaleza y mejorar la integridad de las transacciones de compensación de carbono. Esto es importante, ya que las soluciones basadas en la naturaleza, como son, por ejemplo, los proyectos de conservación y restauración forestal aportan múltiples beneficios – desde la mitigación del cambio climático hasta la mejora y protección de la biodiversidad, la reducción del riesgo de catástrofes naturales y mejora del bienestar económico local.

Es alentador ver cómo los mercados voluntarios de carbono están ayudando a impulsar las inversiones en soluciones basadas en la naturaleza. Pero estos proyectos de compensación de carbono están sujetos a un sinfín de riesgos, como catástrofes naturales, plagas, cambio climático, así como a los cambios políticos y/o normativos. Además, los proyectos mal diseñados pueden incluso agravar estos problemas.

La reciente innovación en soluciones aseguradoras puede ayudar a mitigar algunos de estos riesgos, fomentar una mayor calidad de las transacciones de compensación de carbono y, en última instancia, permitir mayores flujos de capital hacia zonas donde la inversión es más crítica, como los mercados emergentes.

La crisis de la biodiversidad es más grave que nunca

El Foro Económico Mundial considera que la generación de valor económico por valor de 44 billones de dólares (más de la mitad del PIB mundial total) depende entre moderada y altamente de la naturaleza y en consecuencia, está materialmente expuesta a los numerosos riesgos derivados de la pérdida de naturaleza.

La naturaleza está disminuyendo a un ritmo sin precedentes en la historia de la humanidad, y el ritmo de extinción de las especies se está acelerando, con graves consecuencias para las personas y las comunidades de todo el mundo. El estudio de 2019 de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) reveló que alrededor de un millón de especies animales y vegetales están actualmente amenazadas de extinción, muchas de ellas en cuestión de décadas, lo que supone un declive de la biodiversidad mayor que nunca. La pérdida de biodiversidad no es solo una cuestión medioambiental, sino también de desarrollo, económica, de seguridad, social y moral. Al ritmo actual de pérdida de naturaleza, el 80% de las metas evaluadas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS 1, 2, 3, 6, 11, 13, 14 y 15) corren el riesgo de no cumplirse.

Alrededor de un millón de especies animales y vegetales están amenazadas de extinción, muchas en cuestión de pocas décadas, el mayor declive en biodiversidad de la historia.

Otro estudio, que examinó los cambios en el uso del suelo entre 1960 y 2019, descubrió que desde 1960 se ha producido una pérdida neta de más de 800.000 kilómetros cuadrados de superficie forestal. Cuando se normaliza con los datos de la población mundial, esto se traduce en apenas media hectárea de bosque por cada persona del planeta que queda hoy, frente a las 1,4 hectáreas que había en 1960.

Dada la enorme y vital dependencia de nuestro sistema económico y social en los recursos naturales, la trayectoria actual de pérdida de estos recursos naturales es alarmante. No podemos permitirnos el lujo de no idear soluciones innovadoras para frenar y mitigar sus peores efectos, porque el tiempo corre en nuestra contra.

No obstante, hay esperanzas de que puedan evitarse los peores escenarios de pérdida de biodiversidad

Afortunadamente están surgiendo muchas iniciativas que mejoran nuestras posibilidades de resolver las crisis del clima y de la biodiversidad. La tendencia más alentadora es que la «naturaleza» como tema está recibiendo más atención que nunca. Este nuevo enfoque se pone de manifiesto con iniciativas como el Grupo de Trabajo sobre Divulgación de Información Financiera Relacionada con la Naturaleza (TNFD, por sus siglas en inglés), cuyo objetivo es crear un marco para divulgar los impactos que las entidades tienen sobre la naturaleza y cómo las entidades dependen de ella.

En todo el mundo se están realizando diversos esfuerzos para contabilizar el capital natural y que también son prometedores para sentar las bases de una mejor comprensión del valor de la naturaleza para la sociedad. Entre ellos cabe citar algunas normas como la publicada en el Reino Unido (BS 8632 Natural Capital Accounting for Organizations), una nueva norma nacional que se está elaborando en Canadá (CSA W218 Natural Assets Inventory Standards) y la Estrategia Nacional para el Desarrollo de Estadísticas para la Toma de Decisiones Económico-Ambientales, recientemente publicada para comentario público en Estados Unidos. En España, se aprobó a finales del pasado año el Plan Estratégico Estatal del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad a 2030 (PEEPNB) y que establece la senda para el cumplimiento de los compromisos adquiridos por España en la COP15 y en la Estrategia de la UE sobre Biodiversidad 2030. Algunas de estas metas es lograr que en 2030 al menos 30% de las especies y hábitats que en la actualidad no presentan un estado favorable alcancen ese estado o muestren una decidida tendencia positiva, alcanzar una protección del 30 % de la superficie marina y la restauración del 15 % de los ecosistemas degradados. El plan recoge medidas concretas para promover la integración de la biodiversidad en los sectores económicos, entre otros, impulsando la accesibilidad a información de referencia sobre biodiversidad que sea de utilidad en los procesos de tomas de decisiones como la valoración de la ganancia o pérdida neta de biodiversidad.

Además, los bancos centrales y las instituciones financieras están empezando a adoptar una postura más firme respecto a la naturaleza a medida que se comprende mejor el aspecto sistémico de los riesgos relacionados con la naturaleza y se pone de manifiesto la interconexión entre un ecosistema resiliente y la solidez de nuestro sistema financiero mundial.

Las entidades del sector privado se comprometen cada vez más a apoyar soluciones basadas en la naturaleza, por ejemplo, mediante compromisos de deforestación cero y biodiversidad. Los activos naturales también empiezan a incluirse en las decisiones de gestión de activos. Y, por supuesto, el crecimiento de los mercados voluntarios de carbono impulsa el desarrollo de soluciones basadas en la naturaleza y aumenta la concienciación sobre sus beneficios.

Los seguros pueden acelerar y reducir los riesgos de las soluciones basadas en la naturaleza

A pesar del impulso positivo, existen varios impedimentos para mitigar la pérdida de naturaleza a escala. Por ejemplo, a menudo hay una falta de confianza en la capacidad de los proyectos basados en la naturaleza para ofrecer los beneficios prometidos. Esto puede deberse a la falta de datos de alta calidad o a la falta de normalización para:

  • inventariar los activos naturales
  • medir su rendimiento para tener en cuenta los beneficios específicos que ofrecen,
  • evaluar su valor económico, e
  • integrar sistemáticamente estos conocimientos en las decisiones sobre uso del suelo, gestión de activos, infraestructuras e inversiones.

Las mejoras en la medición, reporte y verificación (MRV) de los activos naturales son cruciales para los responsables de la toma de decisiones, que se enfrentan a la difícil disyuntiva de elegir entre la conservación y restauración de la naturaleza y la consecución de otras prioridades territoriales pertinentes. Una mejor MRV y mejores datos son fundamentales para la integración de los activos naturales en los modelos de riesgo climático y de catástrofes, así como para el desarrollo de soluciones de seguros innovadoras, como las garantías de rendimiento para activos naturales, que reduzcan el riesgo y por tanto faciliten y aceleren las inversiones positivas para la naturaleza.

Existen oportunidades para aplicar los conocimientos del sector de los seguros para ayudar a hacer frente a estos riesgos, reforzando la confianza en la integridad de las transacciones de compensación de carbono y desbloqueando mayores flujos de capital hacia soluciones basadas en la naturaleza.

La plataforma ClimateWise, que reúne a las principales (re)aseguradoras mundiales para abordar el “protection gap” o diferencia entre pérdida económica real y pérdida asegurada de los riesgos climáticos y de la que Aon es miembro fundador, publicó el pasado mes de septiembre un documento sobre los medios para integrar los riesgos y oportunidades relacionados con la naturaleza en la suscripción de (re)seguros. El documento expone las ventajas de desarrollar soluciones de seguros positivas para la naturaleza:

  • El desarrollo de nuevos productos y servicios de (re)seguros para informar y apoyar la gestión de riesgos relacionados con la naturaleza.
  • El desarrollo de nuevos mercados y productos financieros innovadores en colaboración con servicios financieros más amplios.
  • Nuevas orientaciones para la inversión pública y privada en medidas positivas para la naturaleza que tengan en cuenta los beneficios a largo plazo de una sociedad, una empresa y una economía resilientes
  • Sostenibilidad continuada del modelo de negocio de los seguros basado en la mancomunación y diversificación de riesgos para las aseguradoras, así como primas potencialmente más asequibles o capacidad continuada para los clientes favorables a la naturaleza.

En el contexto de los mercados voluntarios de carbono, todos sus actores (promotores, compradores, vendedores, prestamistas, inversores y diversos intermediarios) están expuestos a los riesgos relacionados con catástrofes naturales, plagas, incertidumbres políticas y normativas, y fraude.

Existen oportunidades para aplicar los conocimientos de la industria aseguradora para ayudar a hacer frente a estos riesgos, reforzando la confianza en la integridad de las transacciones de compensación de carbono y desbloqueando mayores flujos de capital hacia soluciones basadas en la naturaleza. Aon está trabajando con clientes y aseguradoras para desarrollar soluciones a medida y apoyar en la transferencia de estos riesgos.

Los conocimientos del sector de los seguros, centrados en soluciones analíticas y de transferencia de riesgos, combinados con la experiencia del sector medioambiental y el auge de la inversión de impacto, pueden ayudar a financiar un mayor número de proyectos relacionados con la naturaleza y acelerar la transición neta a cero.

Para más información, consulte con nuestra responsable de Soluciones ESG: claudiabeatriz.gomez@aon.es

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