La inteligencia artificial y el futuro del trabajo

La inteligencia artificial (IA) está cambiando la manera en que operan las empresas. A medida que su uso se generaliza, los líderes empresariales deben comprender cómo funciona esta tecnología y cuál puede ser su papel en el futuro.

Principales ideas:

  1. La IA generativa, que crea material original, como texto, tiene el potencial de alterar las operaciones empresariales en muchos sectores.
  2. La aparición de herramientas de IA generativa ha cambiado muchas expectativas sobre qué tipo de tareas pueden automatizarse.
  3. Aunque se teme que los puestos de trabajo se pierdan o cambien radicalmente, la historia demuestra que no hay garantías de que la automatización de la IA provoque una pérdida generalizada de puestos de trabajo.

Visión general

Hay un nuevo tema candente entre los líderes del mundo empresarial. La IA generativa, un tipo de inteligencia artificial capaz de crear material original como imágenes, música o texto, se ha convertido recientemente en el centro de atención, habiendo demostrado ya su potencial para cambiar profundamente las operaciones empresariales en distintos ámbitos e industrias.

«Hay sorpresa y asombro debido al rápido progreso de estas herramientas», declara Ramón Vera, director de Human Capital Solutions en Aon. «Los acontecimientos de los últimos seis o nueve meses han tomado a todo el mundo por sorpresa, y esas sorpresas no se han frenado.»

Aunque el efecto de tecnologías de IA como GPT-3 y -4 de OpenAI en el futuro del trabajo sigue siendo incierto, comprender la función de la IA generativa en su estado actual en las empresas y cómo se está utilizando puede ayudar a los líderes a elaborar estrategias eficaces.

En profundidad

La accesibilidad a la IA ha aumentado para empresas de todos los tamaños, ofreciendo nuevas oportunidades para impulsar la innovación y optimizar las operaciones.

«Con estos modelos fundacionales, la inteligencia artificial se ha democratizado», afirma Pablo Montoliu, Chief Information & Innovation Officer en Aon.

Pero, paralelamente a todo este entusiasmo, los directivos y empleados están preocupados por las posibles consecuencias que la IA puede tener para las empresas, como la producción de contenidos falsos o defectuosos y la modificación o eliminación de puestos de trabajo.

Comprender la IA generativa

La IA generativa ya ha cambiado muchas expectativas sobre qué tipo de tareas pueden automatizarse.

«Antes, muchos suponían que la inteligencia artificial afectaría sobre todo a trabajos cuyas responsabilidades eran manuales, rutinarias y no cognitivas», explica Montoliu. «Con GPT-3, nos hemos dado cuenta de que estos modelos lingüísticos fundacionales aprenden mediante zero-shot learning (aprendizaje sin ejemplos). Sin haber visto ningún ejemplo de una tarea determinada, estos modelos pueden generalizar muy bien en nuevas tareas y producir resultados de nivel humano. Esto es bastante notable, porque crea la oportunidad de que estos modelos generativos de IA se apliquen al ámbito de tareas cognitivas no rutinarias, donde se requería un razonamiento humano complejo.»

Las consecuencias de este tipo de capacidad son difíciles de evaluar en su totalidad. Pero la trayectoria general está bastante clara.

«Creo que la mejor forma de pensar en estas tecnologías es que reducen drásticamente los costes de realizar cierto tipo de tareas», argumenta Vera. «Cuando eso ocurre, un posible resultado es que la demanda de ese tipo de tareas aumente mucho. Creo que es posible que lo veamos en el desarrollo de software. A medida que baje el coste de producir buen código, creo que veremos cómo aumenta la calidad del software utilizado y se amplían las áreas en las que se aplica.»

Como ocurre con cualquier tipo de revolución en el mundo empresarial, es probable que haya un periodo en el que los procesos y expectativas empresariales actuales no se hayan puesto al día con las funcionalidades de las herramientas de IA, sobre todo, como observa Vera, en ámbitos en los que la IA tiene una aplicación inmediata, como las industrias en las que grandes cantidades de información deben formularse y digerirse con rapidez.

«El impacto neto de la IA en una profesión que genera y lee mucho texto, como un abogado o un consultor empresarial, es incierto en este momento», indica Vera. «Creo que va a ser muy interesante ver cómo se utiliza la IA a ambos lados de la ecuación, tanto para generar contenidos como para resumirlos. Imagino una situación en la que la IA elabora un documento de 50 páginas para alguien que luego lo envía a otro humano, que a su vez utiliza una IA para resumir ese documento.»

Temor a la pérdida de puestos de trabajo

Uno de los mayores y más importantes temores en relación con la IA generativa es la pérdida de puestos de trabajo. A medida que la IA es cada vez más capaz de realizar trabajos que de otro modo requerirían la intervención humana, algunos afirman que tiene el potencial de reemplazar a un número incontable de personas, que no podrán encontrar otro trabajo.

Sin embargo, la historia demuestra que no hay garantías de que la automatización de la IA vaya a provocar una pérdida generalizada de puestos de trabajo. «Si nos fijamos en la historia del impacto de la automatización en el trabajo, un ejemplo que a mucha gente le gusta señalar es el de los cajeros automáticos», destaca Vera. «Se podría pensar que la implantación de los cajeros automáticos habría provocado la pérdida de puestos de cajero en los bancos. Pero el cajero automático se introdujo en 1978 y, durante los 30 años siguientes, el número de personas que trabajaban como cajeros en Estados Unidos no disminuyó. Dejó de crecer, pero no disminuyó, y eso se debió a que los cajeros se volvieron mucho más productivos.»

En contraste directo con los temores a la pérdida de puestos de trabajo relacionada con la IA, también existe la posibilidad de que se creen nuevos puestos como resultado del uso de la IA en el lugar de trabajo.

«Hay un efecto de reemplazo en el que algunas tareas se automatizan, pero también hay un efecto generativo en el que se crean nuevas tareas», dice Montoliu, señalando que las empresas todavía están descubriendo cómo utilizar la tecnología de IA en sus procesos existentes. «Un nuevo tipo de puesto del que se está hablando últimamente es el prompt engineer, cuyo único propósito es diseñar prompts (indicaciones dadas a la IA) para probar las capacidades de los modelos lingüísticos.»

La IA en la fuerza laboral actual

La conversación en torno a la IA ha estado dominada por la especulación sobre el futuro, pero también es importante considerar las implicaciones de cómo se utilizan actualmente las herramientas de IA.

La expectación es tal, que el equipo de Innovación que lidera Pablo Montoliu organizó el pasado mes de abril un evento interno para los empleados de Aon sobre inteligencia artificial generativa. La sesión congregó a más de 500 empleados de España que, además, tuvieron la oportunidad de compartir sus dudas e inquietudes acerca del uso de esta tecnología en el ámbito laboral.

Una cosa que ha quedado clara es que los trabajadores utilizan la tecnología de IA aunque no esté directamente relacionada con su labor. «Estamos oyendo que mucha gente está experimentando con estas tecnologías por su cuenta sin que ni siquiera su empresa sea consciente de ello y descubriendo formas de automatizar mejor su trabajo», afirma Vera.

Para las empresas, esto significa que la alfabetización sobre inteligencia artificial pasará a formar parte de la gama de competencias que los empleados aportan al lugar de trabajo.

«Creo que se va a producir un cambio importante hacia la alfabetización sobre IA y las competencias que abarcan este ámbito», predice Montoliu. «No sólo supondría un conocimiento fundacional en el campo de la probabilidad y la estadística, sino también en áreas como la ética y la gobernanza de la IA, y la comprensión de las limitaciones de los riesgos asociados con la adopción a escala de estas tecnologías.»

A medida que las empresas sigan explorando el potencial de la IA en el lugar de trabajo, será crucial equilibrar los beneficios de la automatización con otras necesidades y preocupaciones prácticas de la empresa. Ramón Vera explica que ser responsable con la privacidad y la información sensible se aplica de igual manera a las herramientas de IA.

«Me consta que una de las preocupaciones inmediatas es que los empleados introduzcan información sensible en una IA que está alojada en OpenAI o en el sitio web de otra empresa», expone Vera. «En este momento, una empresa no quiere verse en la tesitura de encargar tareas delicadas a una IA. Es una tecnología sobre la que todavía estamos aprendiendo mucho.»

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