Tendencias a tener en cuenta en 2024

Para tener éxito, los líderes empresariales deben seguir el ritmo de las tendencias clave que afectarán al panorama de los riesgos y los seguros en 2024.

Principales ideas

  • El ciberriesgo seguirá siendo uno de los riesgos más importantes en las agendas de las empresas, con amenazas que se intensifican en varias áreas clave.
  • Las empresas tendrán que centrarse en sus estrategias de talento para crear una fuerza laboral con las capacidades necesarias para responder a los nuevos retos y oportunidades.
  • La evolución de los perfiles de riesgo y de la tolerancia al riesgo exigirá nuevas aplicaciones de los seguros tradicionales y la continua innovación de los productos e instalaciones.

Los ciberatacantes seguirán explotando las vulnerabilidades y adaptando sus métodos

Las ciberamenazas siguen siendo el riesgo número uno en la mente de los líderes empresariales y se han aprendido muchas lecciones a lo largo de los años sobre qué controles priorizar e implementar para mitigar un ciberataque, por ejemplo, un sólido proceso de gestión de parches, la detección y respuesta de los endpoints (puntos finales), y la autentificación multifactor. Sin embargo, muchos de los ciberataques observados en los últimos años han eludido los cibercontroles, ya que los atacantes aprovecharon métodos de ataque tanto básicos como sofisticados para hacerse con el control de los sistemas y la información, causando muchas interrupciones del negocio y daños a la marca.

De cara al futuro, vemos que se están desarrollando cinco tendencias importantes:

  • Puede aumentar el riesgo de la información privilegiada
    Es posible que las empresas experimenten un aumento de los riesgos relacionados con el uso de información privilegiada a medida que las empresas apliquen los requisitos de regreso a la oficina, y a medida que los retos económicos y los despidos en el sector de la seguridad de las tecnologías de la información sigan afectando al personal. Los actores de amenazas de ransomware han captado y seguirán captando a personal de la empresa y pagando por sus credenciales de acceso remoto para facilitar un ataque.
  • Los requisitos de responsabilidad guiarán las inversiones
    La responsabilidad cibernética, incluida la regulación y la representación de los controles o la respuesta de seguridad, puede requerir una mayor inversión en ciberseguridad. Las empresas tendrán que demostrar sus avances en ciberseguridad.
  • Las nuevas tecnologías exigirán nuevas medidas de gestión de riesgos
    A medida que las empresas se adapten y exploren la inteligencia artificial (IA) y otras tecnologías emergentes, surgirán nuevos retos relacionados con la ciberseguridad, la privacidad de los datos y la gobernanza. La inversión y el compromiso con la gestión de riesgos en torno a las nuevas tecnologías serán fundamentales para gestionar los riesgos con eficacia.
  • Aumentarán los litigios, especialmente los relacionados con la privacidad de los datos
    Además de los propios sucesos cibernéticos, los litigios resultantes seguirán aumentando, específicamente los relacionados con la protección y privacidad de los datos. En 2023, Aon observó un aumento de las demandas colectivas y otras demandas civiles y penales derivadas de sucesos cibernéticos. Es fundamental que las empresas se formen, tanto inicial como continuamente, sobre cómo la ciberseguridad y los incidentes cibernéticos pueden crear un mayor riesgo y cómo ese riesgo puede evolucionar con el tiempo. Por ejemplo, por primera vez en la historia, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos presentó una denuncia contra una empresa y una persona por fraude y fallos de control interno.

Dados los recientes aumentos en la frecuencia y gravedad de los sucesos de ransomware, se espera que el apetito, la suscripción y la fijación de precios de los ciberseguros se moderen con respecto a las condiciones de mercado favorables a los compradores experimentadas en 2023. Las empresas deben seguir invirtiendo en estrategias de mitigación de riesgos ciberresilientes que incluyan la transferencia de riesgos, la ciberdefensa en profundidad y las actividades de prevención y preparación ante incidentes.

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4º trimestre de 2023: panorama del mercado de seguros mundial

La inflación subyacente seguirá sujeta a la volatilidad

Se prevé que la incertidumbre en el entorno de los tipos de interés y la inflación continúe en 2024, lo que repercutirá en los gobiernos, las industrias y la sociedad en general, y también en las partes interesadas de la cadena de seguros, como los compradores de seguros, las aseguradoras, los proveedores de servicios y los reguladores, y traerá consigo retos, oportunidades y obligaciones. Prevemos que:

  • La inflación será susceptible a la volatilidad
    En el momento de escribir estas líneas, la inflación se está moderando en muchas partes del mundo, pero sigue siendo elevada y siempre está sujeta a la volatilidad y a los cambios de la política económica gubernamental. Entre otras repercusiones, los cambios en la inflación y los tipos de interés afectarán al apetito de las aseguradoras y a la fijación de precios. Estos cambios pueden ser aplicados precipitadamente por las aseguradoras, lo que deja a los gestores de riesgos y a sus corredores con muy poco tiempo para responder ante los períodos de renovación reducidos. Las sumas aseguradas y los límites de las pólizas deberán responder a los cambios del entorno económico. Es en el momento de un siniestro cuando cualquier infraseguro será más relevante, pero es en el momento de la colocación cuando debe abordarse la cuestión.
  • La inflación social ampliará su alcance
    La inflación social es un fenómeno que probablemente afectará a más zonas geográficas y cuya gravedad se acelerará. Por definición, esto significa que los costes de siniestros relacionados seguirán aumentando, presionando de forma más significativa a las líneas de cobertura de responsabilidad civil y de exceso de pérdidas.
  • Las organizaciones tendrán más opciones y soluciones innovadoras
    A mayores tipos de interés, mayor retorno de la inversión, y a mayor disponibilidad de datos, mayor certidumbre. Con esta dinámica en juego, las aseguradoras tradicionales se enfrentarán a la competencia adicional de, por un lado, nuevos proveedores de capital riesgo y, por otro, soluciones innovadoras como los programas paramétricos. Aunque no son pertinentes para todas las clases de riesgo ni para todos los sectores, tales fuentes y soluciones permiten a los gestores de riesgos construir estrategias a largo plazo nuevas y más resilientes. El mercado de seguros cautivos, incluidas las células protegidas, seguirá desempeñando un papel importante.

 

La demanda de coberturas paramétricas aumentará a medida que crezca la confianza

El concepto paramétrico (desencadenar un pago basado en un índice independiente de terceros) no es nuevo; estas coberturas se han estructurado y colocado desde los años 90 en los mercados de riesgos meteorológicos y de bonos de catástrofe. Si bien estos instrumentos solían estar reservados a las grandes aseguradoras y reaseguradoras, y a los sofisticados traders de energía, ahora estamos encontrando formas nuevas e innovadoras de aplicarlos en el espacio de las entidades públicas y las empresas. El mercado aprendió con el tiempo que la utilización de un desencadenante preacordado por terceros permite combinar un pago rápido (a los pocos días o semanas del suceso), un uso amplio de los fondos para siniestros (cualquier pérdida financiera asociada al suceso) y una estructura flexible y a medida, diseñada para resolver un problema específico. Esta potente combinación ayuda a las organizaciones a hacer frente a una amplia variedad de riesgos que antes pasaban desapercibidos.

Vemos cuatro tendencias importantes que se desarrollarán en 2024:

  • Aumentará la demanda de soluciones paramétricas
    La demanda de coberturas paramétricas por parte de entidades públicas y empresas seguirá aumentando para proporcionar liquidez rápida tras un suceso perturbador, subsanar lagunas en la cobertura de seguros tradicional (franquicias, sublímites, exclusiones, etc.) y cubrir riesgos no tradicionales (interrupción del negocio sin daños, exposiciones contingentes y muchos más).
  • Aumentará la confianza en las soluciones paramétricas
    Las soluciones paramétricas ya se han probado en siniestros de todo el mundo y se comportan como se esperaba, lo que hará que nos sintamos mucho más cómodos siguiendo el camino paramétrico.
  • El mercado verá una afluencia de capital
    La capacidad seguirá fluyendo hacia el espacio, tanto por parte de los actores establecidos, que aumentarán sus capacidades, como de los nuevos actores que lleguen a la escena. Esto incluirá tanto fuentes de capital tradicionales (compañías de seguros y reaseguros) como no tradicionales (por ejemplo, fondos de valores vinculados a seguros). El resultado de esta afluencia de capital será no sólo una mayor competencia en los programas, sino también estructuras más inteligentes y eficaces para los clientes.
  • El sector innovará con nuevas soluciones
    Aumentará la innovación en todo el sector, tanto dentro de los riesgos establecidos (como catástrofes naturales y meteorología), como en nuevos riesgos (por ejemplo, los ciberriesgos, transporte marítimo y una amplia variedad de otros índices).
    Ahora que existe una comprensión general de las soluciones paramétricas como herramientas viables, y a menudo vitales, en la caja de herramientas de la gestión de riesgos, las conversaciones de 2024 con los clientes explorarán a un nivel más profundo y detallado cómo las soluciones paramétricas encajan mejor con otras herramientas para crear una estrategia de gestión de riesgos más óptima.

«La evolución de los perfiles de riesgo y de la tolerancia al riesgo exige nuevas aplicaciones de los seguros tradicionales y una innovación continua de los productos y servicios.


La escasez de trabajadores del mercado laboral obligará a recalibrar las estrategias de personal y a centrarse en el reciclaje y la mejora de las habilidades

El envejecimiento de la fuerza laboral y los cambios tecnológicos han contribuido a la escasez de trabajadores, mientras que los avances tecnológicos han hecho necesaria una fuerza laboral capaz de desenvolverse en entornos digitales, lo que ha puesto en tela de juicio las habilidades convencionales. La reserva de talento, que antes era local, se ha convertido en un ámbito mundial, lo que intensifica la necesidad de que las empresas ofrezcan incentivos competitivos, modalidades laborales flexibles y prestaciones atractivas.

En este contexto, prevemos que en 2024 se desarrollen dos tendencias importantes:

  • El mercado laboral, impulsado por los trabajadores, presionará a las empresas para que recalibren sus estrategias de personal
    El mercado laboral ha pasado a estar impulsado firmemente por los trabajadores, y se espera que esta tendencia continúe en un futuro previsible. Las empresas tendrán que seguir adaptando sus programas de crecimiento para atraer y retener el talento, reconociendo la necesidad de ventajas competitivas y entornos de trabajo adaptados. Con unas tasas de desempleo persistentemente bajas, los trabajadores cualificados tendrán ventaja, disfrutando de una plétora de oportunidades laborales. Esta transición marca una ruptura con la dinámica tradicional centrada en el empleador, empoderando a los trabajadores para negociar mejores remuneraciones, prestaciones y modalidades laborales. A medida que la balanza se sigue decantando hacia un mercado impulsado por los trabajadores, las empresas deben recalibrar sus estrategias para alinearse con las expectativas y preferencias cambiantes de la fuerza laboral moderna.
  • Habrá que centrarse en el reciclaje y la mejora de las habilidades
    Los cambios tecnológicos han generado aún más escasez de trabajadores en muchos segmentos del mercado laboral, al tiempo que amenazan con transformar fundamentalmente algunos puestos de trabajo. La IA y los avances digitales han hecho que las tareas rutinarias sean susceptibles a la automatización. En consecuencia, los roles laborales centrados en tareas repetitivas seguirán siendo objeto de reemplazo. Al mismo tiempo, las tecnologías emergentes seguirán creando una demanda de nuevos conjuntos de habilidades, impulsando un nuevo aumento de las oportunidades para los trabajadores con habilidades de IA, análisis, ingeniería de datos, desarrollo de software y áreas relacionadas.
    Dada la escasez de trabajadores general del mercado laboral, la simple contratación de personal con las habilidades necesarias no suele ser una opción. Las empresas responderán a esta dinámica centrándose cada vez más en el reciclaje y la mejora de las habilidades. El reciclaje de las habilidades o reskilling consiste en ayudar a los trabajadores a adquirir las competencias necesarias para pasar a un nuevo puesto. La mejora de las habilidades o upskilling consiste en formar a los trabajadores para que se mantengan al día de los cambios en su puesto actual. Al abordar de forma proactiva el déficit de habilidades, las organizaciones mejorarán la versatilidad y resiliencia de su fuerza laboral frente a los cambios tecnológicos, garantizando que sigan siendo competitivas en un panorama que cambia rápidamente.
    Pasar de una concepción del trabajo «basada en roles» a otra «basada en habilidades» también ha aumentado la agilidad organizativa de las empresas y su capacidad para responder al cambio tecnológico. En lugar de pensar en los empleados como personas con roles específicos, una concepción «basada en las habilidades» de los trabajadores y los puestos de trabajo se centra en las competencias necesarias para desempeñar roles específicos. A medida que cambian los requisitos de habilidades, los trabajadores pueden mejorar sus habilidades para adaptarse al cambio o reciclarlas para pasar a desempeñar un puesto más adecuado. La planificación de la fuerza laboral se utilizará para identificar los nuevos déficits de habilidades, de modo que puedan movilizarse los recursos de aprendizaje y desarrollo, y los esfuerzos de adquisición de talento puedan orientarse adecuadamente.
    Aunque las habilidades técnicas son fundamentales, y a menudo son el centro de atención en la respuesta al cambio tecnológico, no deben pasarse por alto las interpersonales. Con demasiada frecuencia, la falta de habilidades interpersonales es lo que impide a los trabajadores tener un impacto real en su organización. La comunicación eficaz, la inteligencia emocional y la adaptabilidad son componentes cruciales para una fuerza laboral que navegue por el dinámico panorama del futuro. Un enfoque integral tanto de las habilidades técnicas como de las interpersonales garantiza que las empresas no sólo sigan el ritmo del cambio tecnológico, sino que también construyan una fuerza laboral versátil y resiliente.

Informe
4º trimestre de 2023: mercado de seguros mundial
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Los esfuerzos de transición energética se acelerarán en medio del crecimiento demográfico mundial, lo que exigirá grandes inversiones

La transición energética actual ha tenido muchas repercusiones profundas y generalizadas, por ejemplo, en las relaciones comerciales, las economías locales, el panorama laboral y los resultados políticos, entre otros. Siendo 2023 el año más caluroso jamás registrado, y a medida que se acerca el umbral crítico de 1,5 grados centígrados, aumenta la presión geopolítica y social para hacer frente al cambio climático. Mientras la población mundial y la demanda de recursos naturales siguen creciendo, los esfuerzos de transición energética se han acelerado, al igual que las acciones para gestionar los riesgos relacionados. Algunas de las tendencias importantes a tener en cuenta en 2024 y en adelante son:

  • El acceso al capital será necesario para permitir la inversión masiva en infraestructura, tecnología y procesos
    La transición energética seguirá exigiendo una inversión masiva en infraestructuras, nuevas tecnologías y mejoras de los procesos a medida que aumente la demanda de fuentes de energía más limpias. La mayoría de las estimaciones oscilan entre 100 y 300 billones de dólares, lo que equivale a una inversión anual del 2-8% del PIB mundial de aquí a 2050. Las empresas necesitarán acceso al capital y políticas y normativas gubernamentales favorables. Las subvenciones y las ventajas fiscales serán factores clave. Por ejemplo, la Ley de Reducción de la Inflación de Estados Unidos, la mayor inversión climática de la historia, ha destinado 370.000 millones de dólares a financiar proyectos de energía limpia, controles de la contaminación, exenciones fiscales a los vehículos eléctricos, y fabricación de energía solar y baterías. Las empresas competirán por capital para seguir invirtiendo en proyectos, tecnologías y activos de transición.
  • La meteorología y los acontecimientos geopolíticos seguirán afectando a las cadenas de suministro
    Las recientes hostilidades en el Mar Rojo, unidas a la grave sequía en Panamá, ponen de relieve la gravedad e interconexión de estos riesgos para las rutas mundiales de abastecimiento. La demanda de minerales críticos y escasos como el litio y el cobalto, así como de cobre y aluminio, crecerá a medida que aumente la dependencia de nuevas tecnologías como la electricidad renovable, las baterías, la electrónica y los vehículos eléctricos. El acceso a los materiales y la infraestructura de apoyo al transporte y la distribución de materiales y productos también supondrán un reto para las nuevas fuentes de la cadena de suministro.
    El entorno normativo desempeñará un papel importante a la hora de atraer inversiones
    A escala mundial, 2024 es un año electoral importante y los gobiernos pueden ser juzgados por cómo apoyan la transición energética. La política gubernamental sigue siendo fundamental para atraer inversiones y mantener el interés por el desarrollo sostenible del suministro de nuevas energías. La estabilidad política y el apoyo legislativo son necesarios para seguir incentivando y acelerando la inversión en la transición energética. La colaboración privada y pública seguirá impulsando la innovación.
  • Las aseguradoras se enfrentarán a exigencias contrapuestas y a la necesidad de innovar
    Las aseguradoras han modificado su apetito y sus prácticas de suscripción de acuerdo con sus estrategias de responsabilidad corporativa. Muchas seguirán enfrentándose a prioridades y exigencias contrapuestas, por ejemplo, equilibrar las presiones de los accionistas con el intento de comprender y suscribir riesgos y tecnologías emergentes como la energía eólica marina, la energía solar, el hidrógeno y la captura y almacenamiento de carbono. Los activos de energías renovables están expuestos a riesgos de catástrofes naturales y necesitarán acceso a la capacidad de aseguramiento para permitir y proteger el capital comprometido en nuevas inversiones. La evolución de los perfiles de riesgo y de la tolerancia al riesgo exige nuevas aplicaciones de los seguros tradicionales y una innovación continua de los productos y servicios.
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